Aunque no lo crean no paraba mucho en clase ya que pertenecía a un deporte que ocupaba casi todo mi tiempo, era feliz con eso (realmente lo era), no iba a clase, no escuchaba a esos profesores quejarse o haciendo bromas "graciosas" sobre mujeres o sobre su vida taan agitada, en fin, al acabar la secundaria me di cuenta que lo que tanto había perdido (conversaciones de aula, peleas de chicas, llamadas de atención, comunicados, bromas pre-adolescentes a adolescentes) se había esfumado y, ¿saben cómo me percaté de eso?
Y aquí viene a mi memoria ese día de la reunión general de ex-alumnas de mi colegio estatal. No llegaron todas como hubiésemos querido, pero llegamos un buen grupo de chicas ya crecidas y algo más "maduras" (eso significa con más grasa en las caderas y en otros lugares que ya se imaginan).
Fuimos a casa de una de ellas para reunirnos todas, almorzar y hablar un poco de la vida colegial, de todo lo que comentaron solo un 20% lo conocía, máximo un 30%, me sentí mal, mal porque no le di la verdadera importancia a mi aula, no haberme unido a ellas, no haber ido a algunos "quinos" (bueno, eso no mucho), cosas tan fundamentales que debí al menos tomarles en cuenta y quedarme un rato, divertirme y todo ello.
Esto es algo corto, quiero hacerlo así, al menos al comienzo... Decirles que, las personas que me lean ya sean niños, pre-adolescentes, adolescentes, adultos, que aprovechen todo el tiempo posible en lo que hacen, ya sea en su colegio primaria, secundaria, universidad o en su trabajo. La vida se pasa volando ( y sí que se han dado cuenta) y lo que viven no lo volverán a repetir en su vida, se los aseguro, se les pasan los años y todo lo que venga.
Disfruten sus momentos, vivan el tiempo, rían y sean menos amargados, eso es un muy buen consejo (yo también debería tomarlo). Besos.
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