La nostalgia es un elemento clave que ha estado presente en la cultura pop desde hace algunos años, y que, sin duda, ha tenido gran relevancia en la industria creativa. Varios son los artistas que han tomado elementos de antaño para complementar su trabajo, uno de los ejemplos más exitosos fue Cuphead, un videojuego producido por el estudio independiente MDHR, que tomó los dibujos animados de la época dorada de la animación para crear uno de los mejores juegos de 2017.
Bajo esta nostálgica estética trabaja Isaac Juárez, un joven ilustrador mejor conocido como Peemouh, originario de la Ciudad de México, pero acogido por la ciudad de Monterrey. Isaac toma inspiración vintage y la mezcla con gráfica abstracta y elementos del grafiti para crear piezas sumamente llamativas.
Los clásicos y las técnicas
Desde su niñez se sintió atraído por las caricaturas y películas de horror clásicas, así desarrolló interés por crear personajes únicos. A los 14 años se enamoró del skateboarding y el lifestyle que le rodeaba, incluidos los gráficos en las patinetas, el grafiti, la música, los videos y la ropa; tomó el amor por las series animadas como Merrie Melodies, Looney Tunes , Kiko el canguro y Betty Boop, su tabla de skate y comenzó a experimentar hasta encontrar su estilo gráfico.
Durante la universidad perfeccionó su dibujo y se acercó a técnicas como la ilustración con tinta, la pintura, la serigrafía e incluso la animación, lo que le ayudó a diversificar su trabajo.
La trascendencia y nuevos medios
Peemouh mantiene un estilo experimental mezclando las diversas estéticas que le gustan, como el estilo cartoon de los años 30, el grafiti y el arte abstracto, donde aplica como distintivo, que sus ilustraciones se vean lo más divertidas posibles, con un buen contraste de colores y utilizando formas orgánicas.
Considera que las imágenes conforman un lenguaje universal y utilizarlas para transmitir una idea o un sentimiento les da un valor que puede llegar a trascender, por ello siempre busca generar impacto en el espectador. Bajo esa premisa se acercó a las paredes, bajo una gran atracción por la manera en que un mural puede romper con la cotidianidad de un espacio o trayecto, llevando su gráfica a soportes cada vez más grandes. Peemouh.
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