Cuando empezamos a planear nuestro viaje por Camboya no habíamos pensado que acabaríamos en Vietnam. Nos compramos nuestro vuelo de ida y vuelta a Phnom Penh y luego decidimos que daríamos el salto a Vietnam.
De pronto vimos que estaríamos en Hanoi con dos días de margen para llegar a Phnom Penh, y sin vuelos directos. En temporada alta (Octubre, Noviembre) quizá sí es posible encontrar vuelos directos, pero cuando fuimos nosotros (Agosto) no. Hay una compañía que hace una escala en Vientiane (Laos) de un par de horas, pero que cobra unos $300 por el trayecto y por persona. ¡¡$600 los dos!! Se nos salía del presupuesto.
Investigando vimos que lo más barato era una combinación de vuelos y autobuses que nos llevarían de vuelta a la capital camboyana sin tener que desembolsar tal fortuna.
Decidimos que lo mejor sería volar desde Hanoi a Ho Chi Minh City que con Jetstar Vietnam nos costó $69/persona con maleta facturada de 15kg (y había opciones más baratas a otras horas que nos eran menos convenientes, pero que si vais ajustados de presupuesto, os pueden interesar).
Una vez que estamos en HCMC, comienza la misión: comprar billete de autobús a Phnom Penh. No os será difícil encontrar una agencia que os lo venda. Se ofrecen por todos lados, incluso en los propios hoteles, pero os recomendamos que vayáis con ojo por dos cosas:
Por un lado, comprobad las reseñas y opiniones que tiene la compañía de autobuses que os vende los billetes, hay algunas que tienen los coches realmente antiguos y destartalados, y a lo mejor por 3 o 4 dólares más, os merece la pena no ir clavándoos el hierro del asiento en la espalda las 6 horas que dura el trayecto.
Por otro los precios varían mucho dependiendo del sitio dónde los compres. En el hotel dónde nos alojábamos sólo nos vendían billete con Mekong Express por $19. Decidimos preguntar en una agencia, y el mismo billete con Mekong lo vendían por $15 y al final nos decidimos por hacer el trayecto con Kumho Sapaco por $11 y la verdad es que nos fue bien.
Otra opción, es adquirir los billetes online en Camboticket aunque nosotros los compramos en la calle ya en Vietnam.
Lo único malo del viaje fue como gestionan el tema del paso de la frontera, en el puesto Môc Bài – Bavet .
Es una mafia de la que es un poco complicado escapar, pero te clavan $5 por la cara, por hacerte “la gestión” del visado. Si hubiésemos ido preparados, nos habríamos negado en redondo, pero como lo hacen es que sin explicarte nada, recogen los pasaportes de todo el autobús. (Excepto de un par de chicos que habían sacado la visa por internet) y te piden $35. Cuando les dices que tu ya has pasado la frontera una vez, y que pagaste solo $30 te dicen que no con la cabeza.
Insistes.
Entonces con muy mala cara te dicen que es que el puesto donde hay que ir está muy lejos, y que si quieres ir tú andando vas a tardar mucho y no puede esperar todo el autobús.
Se llevan los pasaportes y el dinero, uno de los de la compañía en una moto. La gente empieza a ponerse nerviosa. Si haces preguntas te miran con mala cara, y directamente no te responden.
De repente nos bajan a todos del autobús. Entramos al paso fronterizo. ¡¡Sin los pasaportes!! Alguna gente empieza a ponerse MUY nerviosa. Yo pensaba que en realidad no podían meternos allí sin pasaporte si no estuviera más que contemplado, por lo que estaba relativamente tranquila pero aún así, estaba flipando. Hacemos el paso fronterizo y el escáner en la parte de Vietnam sin pasaporte. Increíble.
Nos montan en el bus de nuevo, cruzamos la frontera, sin pasaportes. Vemos motos que esperan en la frontera a que algún viajero intente pasar caminando la frontera, para ofrecerse a llevarle a ese puesto “tan lejano” por el que nos han clavado los $5.(Suponemos que ellos cobrarán menos de $1).
Nos vuelven a bajar del autobús y cruzamos al puesto de aduana camboyano. Aquí nos devuelven los pasaportes en el momento justo en el que llegas a la mesa del oficial que te pone el sello. Los pasaportes ya llevan el sello de salida de Vietnam.
Al final por fin termina el trámite, pero te quedas con una sensación de que has sido timado que te arruina un poco el momento. Ellos saben que por $5 no vas a emplear muchas energías, sobre todo porque no tienes la seguridad de lo que pasa, y con ese juego, hacen una fortuna a costa de los viajeros.
Pero resumiendo, bus, visado, timos y mafias incluidos, hemos pasado de Ho Chi Minh City a Phnom Penh por $46 por persona. Y si contamos desde Hanoi, han sido $115. ¡No está mal!
El viaje en bus realmente es hipnotizador. Se hace mucho más evidente la diferencia entre los dos países. Tan parecidos geográficamente y tan distantes socio-políticamente hablando.
Además al entrar a Camboya se desató una tormenta de monzón como pocas habíamos visto en todos los 23 días que llevábamos de viaje por el sudeste asiático, y a la entrada de Phnom Penh el caos era espectacular, un atasco brutal con accidentes de tráfico incluidos en carreteras llenas de lodo y agua.
Aquel sería el último día que pasaríamos en el sudeste asiático en aquel viaje. Al día siguiente nos esperaba un vuelo a China (Guangzhou) y una escala de 6 horas allí (sin poder salir del aeropuerto, pues no teníamos visado para China).
Tras esa espera, nos quedaba un día más de vuelo hacia Amsterdam para aterrizar finalmente en Madrid, y 5 horas de autobús después llegaríamos por fin a nuestra Granada, donde nos esperaba una vuelta un tanto dura, pues se nos había inundado la casa estando en Camboya y no sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar.
Cena en el aeropuerto de Guangzhou
Al final no fue tan grave, se quedó solo en putada gorda, pudimos seguir viviendo en la misma casa y solucionar los daños y pérdidas. El viaje por supuesto también ayudó a relativizar la importancia de las cosas materiales que habíamos perdido, después de haber visto gente que vive sobre unas tablas que reposan en dos bidones de gasolina vacíos flotando en el Tonlé Sap, haber perdido los ordenadores, comida, y demás cosas parecía realmente poca cosa.
Y aquí acaba este relato viajero. Gracias por haber venido con nosotros. Espero que alguno de los consejos y experiencias que os he contado os puedan servir para vuestros futuros planes de viajes.
¿Próximo destino?…
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