Me encantó el ambiente, la comida, el lugar, la amabilidad del personal y lo cómodo que resultó ir con Sofía. Hay suficiente espacio para moverse con el carrito y sabiendo que íbamos con la peque nos ubicaron en una mesa espaciosa y con mucho encanto, justo al lado de un gran ventanal, así que disfrutamos de unas vistas de lujo.
La comida estaba riquísima. Tiene una gran variedad de platos. Os recomiendo sus ensaladas, son sencillamente exquisitas.
La próxima vez que volvamos a Oviedo, ojalá que sea pronto, volveremos a 26 Grados.
26 Grados
Calle Rosal, 13
Oviedo