De familia teatral y cineasta, desde niña, desarrolló un amor por la imagen y la luz, tomando la fotografía como un diario visual que poco a poco fue evolucionando a un ejercicio de conexión interpersonal, otorgando imágenes sumamente transparentes que exploran y cuestionan mucho sobre las personas.
Influenciada por artistas como Georgia OKeeffe y Herbert List, combina elementos compositivos de la fotografía de moda tradicional, con una estética mucho más contemplativa y contemporánea; manifestando un interés sobre la vulnerabilidad humana en sus emotivas editoriales, utilizando componentes naturales como el agua, la luz y las nubes, completa inspiración en Colombia y sus paisajes, para retratar el lado más interno de las personas, considera que la naturaleza nos regresa a la esencia y raíces de la vida. A su vez, precisa capturar los lados masculino y femenino de los humanos, manifestando rechazo a la imposición de género que la sociedad impone debido al sexo:
"Hombres o mujeres, en realidad, somos ambos. Somos humanos. Me gusta explorar los sentimientos y sensaciones que hemos reprimido dentro de nosotros mismos, sentirnos libres con nuestros cuerpos y con lo que somos". Entre sus series más destacadas se encuentra "Anatomía de la Lujuria", fotografías que contrastan cuerpos humanos envueltos en prendas transparentes, conviviendo con la naturaleza, teniendo como principal objetivo, generar una conversación sobre construcciones de género, acotando la falta de libertad que conlleva la imposición de etiquetas. Carmen Triana.