Debido al enorme distanciamiento de Nueva Zelanda con respecto a tierras continentales o a cual otro tipo de coexistencia, este archipiélago se ha desarrollado de una atípica manera, donde la vida animal y vegetal es prácticamente endémica. Este caso aislamiento lo podemos también encontrar en lugares como la Isla de Socotra.
Uno de estos característicos seres es el kiwi, un icono del país y un ave no voladora, que además posee fosas nasales en su particular pico. Muchas otras especies fueron tristemente extinguidas con la llegada de los primeros colones y la introducción de mamíferos para su mantenimiento. Afortunadamente, a día de hoy las leyes para su protección se han intensificado, siendo uno de los primeros países en aplicar sistemas de conservación del medio ambiente. Estas alejadas tierras, por lo que se creen, pueden ser uno de los últimos lugares que el ser humano ha ocupado, en torno al año 1200 o 1300 d. C. Cuyo nombre aparece por primera vez reflejado en 1645. Los primeros habitantes se consideran que fueron los polinesios llegados en canoas, quienes, en algunos casos, tuvieron que superar más de 2.000 kilómetros para alcanzar Nueva Zelanda.
Este mágico país, con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo cada vez más en un reclamo turístico. Sus extraños paisajes y su vida en el archipiélago llaman la atención de todo tipo personas a lo largo del mundo. Junto a todo ello se une su exclusivo arte maorí la cual ha sido mezclada con las vertientes inglesas tras sus sucesivas conquistas, lo que ha originado una inigualable mezcla de culturas.
¿Y tú, has estado en Nueva Zelanda? ¿Qué te ha parecido?
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