No me acuerdo cómo nació mi deseo por conocer Bali pero, si recuerdo que fue verdaderamente intenso; casi como si fuera un hecho. Me emocioné, sentí el escalofrío de nervios y me pregunté ¿Cruzaremos el mundo para ir a Bali? ¡ok, hagámoslo!. Me sudaron las manos y mi corazón latía como loco.
Al siguiente día empecé a monitorear vuelos. Aquí, va mi primer consejo para conseguir vuelos baratos, cuando definan un destino, abusen de las alertas en las apps como skyskaner, kayak, kiwi, rabbit, todo. Yo volé en Mayo, para evitar la temporada de lluvias en Bali, que va de noviembre a abril; los siguientes meses son perfectos porque el sol está a todo. ¿Temperatura? es una isla, así que siempre hay calorcito tropical.
Entonces, busqué vuelos en septiembre, antes de temporada alta; así podría comparar. En diciembre los vuelos costaban casi 43,000 y en septiembre estaban més o menos en 20,000. Ya con ese parámetro de costos, lo compré en enero, la temporada perfecta porque la mayoría de la gente está gastada y no planea viajar. Me costó 16,000 aproximadamente, claro que no me me importaron las 36 horas que duraría el recorrido: México, Toronto, Hong Kong Denpasar (aeropuerto de Bali).
Bali, comunmente conocida como la Isla de los dioses, es la joya de Indonesia; se encuentra ubicada con Java al oeste y Lombok al este. Y, aunque en un mapa se ve bastante grande; no lo es. Recomiendo muchísimo ir de una localidad a otra, toma un par de horas en taxi y si, vale muchísimo la pena.
¿Porqué Bali? Quería enriquecerme de los lugares mas bonitos del mundo, empaparme de la cultura, la religión (hinduísmo-balines), las costumbres, practicar yoga, meditación, surfear (no, no lo hice y les contaré porqué), hacer snorkel, ir con un healer, tomar café y platicar con los balineses.
Mi plan era, conocer la magia en Ubud, el interior de Bali, y pasarme ahí los 15 días que duraron mis vacaciones. Ubud es la región conocida por la danza, las artesanías balinesas y es excelente para conocer los templos y recorrer los arrozales.
Entonces, conocí a Mr. Negroni lo invité a recorrer Bali conmigo y aceptó sin saber nada de esa maravillosa isla; pero eso duro poco tiempo, descubrió y me enseño que había un mar y unas playas hermosas que descubrir.
Al final, concluí que hay varios tipos de Bali: Bali la clásica en Ubud, la de fiesta en Kuta, la de negocios en Denpasar, la de paso en Yakarta y la paradisiaca en las playas: Seminyak, Canggu y Uluwatu ah! y la savage en Las Nusas.
Nuestro recorrido fue: la Bali paradisiaca, savage y clásica; es decir 1 día en Seminyak, 3 días en Canggu, 3 en Ubud, 3 en Uluwatu, y fuimos un día a Nusa Penida. Después, Mr Negroni regresaría a su país y el resto de los días eran sólo míos. Decidí, regresarme a Canggu, ya les contaré porqué.
Eso sí, el plan que hicimos y que les comparto no es sacado de ninguna guía de turistas, si no de la experiencia de caminar, preguntar, intuir, descubrir y experimentar; sobretodo de estar abiertos a todo lo que Bali tiene por ofrecer.
Mi guía de turistas se quedó intacta en el fondo de mi mochila.
Nuestra estadía en Bali coincidió con el campeonato internacional de Surf. Bali, además de ofrecer cultura, religión, paisajes hermosos, comida deliciosa, ofrece el mar para que los profesionales del Surf se vuelvan locos con las olas inmensas. La crema y nada de la cultura del surf estaba ahí.
Salí de México en el vuelo de la noche directo a Toronto, 36 horas y 2 pastillas para dormir después, ya estaba en el aeropuerto de Denpasar; ahí cambié mis dólares por rupias, la moneda oficial de Bali y me encontraría con Mr. Negroni quien se apalabró con el driver desde el hotel, fueron por mi y nos llevó a Seminyak, así fue mucho mas barato que tomar un taxi en el aeropuerto. Mr. Negroni llevaba un par de días instalado, así que ya estaba mucho más acoplado.
El día 1 fue dedicado a descansar, a contemplar el mar de Seminyak y a aclimatarnos con los cambios de horario. Mi recomendación es esa, los primeros días no sabrán qué está pasando, yo, por lo menos seguía volando y mi cabeza no aterrizaba. Vaya! que fue mi primera vez experimentando el adelantar mi reloj interno 13 horas y pasar 2 días de Vuelos.
Se me olvidaba, aterrizando en Bali te recibe un aeropuerto tropical, personas amables y sonrientes, un calor delicioso, un aire totalmente limpio. Yo llevaba gripa y llegando mágicamente se me quitó.
Seminyak en realidad lo pasé en un día, y me dedique a aterrizar mi cabeza lo antes posible, al otro día nos fuimos directo a Canggu, pedimos un driver en la recepción del hotel y nos llevó.
Les comparto fotos de Seminyak.