Se trata de una segunda tragedia al patrimonio cultural a causa del fuego en 2019, mismo año del incendio de la catedral de Notre Dame.
Localizado en la isla de Okinawa, al norte del país, el Castillo Shuri era parte de una ciudadela que fue usada como residencia de los gobernantes del reino Ryukyu hasta el siglo XIX, cuando este fue anexado por Japón.
Su historia se extiende hasta el siglo XIV, cuando se construyó originalmente, y además de un sitio histórico era el símbolo local que atraía a cientos de miles de viajeros cada año.
¿Cómo fue el incendio del Castillo Shuri en Okinawa?
El incendio que destruyó el histórico palacio comenzó durante la madrugada del 31 de octubre.Una alarma alertó que había problemas a las 02:30 de la madrugada, y las llamas fueron visibles 15 minutos después.
El fuego se originó en el templo principal y dado que la estructura era de madera, se esparció con velocidad a otras estructuras.
Además, tuvieron que evacuar a los residentes cercanos en la ciudad de Nahi, sin que al final del siniestro se reportaran ni muertos ni heridos.
Los bomberos necesitaron de más de 10 horas para extinguir las llamas.
Cuando todo terminó, los siete edificios principales del complejo habían sido destruidos, y en el caso del templo principal, solo quedaron cenizas.
Al igual que en Notre Dame, el complejo estaba pasando por una restauración, y tuvo un evento el 27 de octubre, aunque se desconoce si alguno de estos dos eventos estuvieron relacionados con el origen del fuego.
Futuro del Castillo de Shuri
Aunque el daño fue catastrófico, no es la primera vez que el Castillo de Shuri es destruido.De acuerdo a la información en el sitio oficial de turismo de la prefectura el también llamado Shurijo sufrió otros cuatro incendios en su historia, el primero de ellos, apenas 24 años después de su construcción.
Durante la Segunda Guerra Mundial, que en Okinawa dejó 200,000 muertos tras una fiera batalla de 82 días, el Castillo de Shuri también fue destruido y además se perdieron los documentos históricos que resguardaba.
Al terminar la guerra, y con base en dibujos y fotografías que se remontaban a 1768, se le levantó una vez más.
El nuevo castillo abrió sus puertas en 1992, la parte histórica que sobrevivió a la guerra fue declarada Patrimonio de la Humanidad y el resto tuvo una reconstrucción tan fiel que maravillaba a todos sus visitantes.
Por su importancia y sus constantes renacimientos, Shurijo es un símbolo del renacimiento de Okinawa, y se espera que, como ave Fénix, vuelca a reconstruirse una vez más.
Mientras esto ocurre, las autoridades de Okinawa ya informaron del cierre indefinido de las instalaciones.