El Valle de las Mariposas encerrado entre altos acantilados, es uno de los secretos mejor guardados de la costa sur de Turquía. A pesar de haberse convertido gradualmente en un foco importante para el turismo, aún es un territorio que se esfuerza por conservar su condición de paraíso protegido.
El lugar debe su nombre a las muchas mariposas que anidan en esta porción del paradisíaco valle , como las mariposas tigres, especialmente visibles en temporada primaveral.
Un valle que se abre entre los angostos acantilados hasta desembocar en esta playa de aguas turquesas, sostenida sobre el lema "viviendo en armonía con la naturaleza".