Es extraordinariamente sencillo
notar la felicidad y la calma
cuando el corazón se une al pensamiento.
Es hermoso y reconforta
saber que tu sueño se ha cumplido.
Y ahí está, delante, magnífico.
Está para recordarte cada día tu fortuna.
Negra flecha, rugido del alma.
Ese sueño que se desliza sobre dos ruedas
y que imprime a fuego y aire su don.
Esa otra extensión de mí.
Como la guitarra se fusiona entre mis dedos,
mi bestia negra se acomoda y me lleva hasta el cielo.
Vida encima de dos ruedas,
libertad eterna,
sentirse uno mismo muy profundo:
armonía de pasado, presente y futuro.
Ahora la vida gira y da vueltas.
¿Cuándo me sentí así por última vez?