No es que pretenda compararme con las Sombras de Grey -Dios me libre- por aquello de "las cincuenta".
Pero sin duda, es algo que me hace sentirme muy viajero.
Digo.
Sobre todo en estos últimos tiempos, cuando uno pierde -es un decir- aquella "ilusión por viajar"
O, por lo menos, hacerlo en el sentido tradicional del término.
La verdad es que hace mucho que huyo como la peste de la idea de turista convencional... y los "circuitos ad-hoc"
No me interesan mucho, para que les voy a engañar.
Viajo de igual -o mejor manera- disfrutando de un buen vino.
Aspirando sus aromas.
Reconociendo -con la nariz y con algo de imaginación- el terruño que lo vió nacer.
Y el cuidado primoroso de las manos que lo parieron.
Sobre todo viajo con ellos... cuando te llevas una decepción.
Un empujón de esos que la vida te dá, cuando menos te lo esperas.
Pero uno ya (viajero curtido en esas cincuenta vueltas) está acostumbrado a levantarse.
Sin mas.
Porque... un error no resta, es una suma en nuestro balance personal.
Siempre estamos avanzando.
Aprendes -como dijo Agatha Christie- que no poder marcha atrás es la esencia de la vida: En realidad... la vida es una calle de sentido único.
Así que te reúnes con gente afín, abres una buena botella que guardabas a buen recaudo, reservada "para una ocasión" y la compartes con alegría.
Nada mejor que una buena conversación alrededor de buena mesa y mejor mantel, con un buen vino y unos buenos condumios, para darle importancia a lo que realmente la tiene.
Y a otra cosa mariposa.
Pues... sin duda ninguna, la vida es muy corta para beber malos vinos.
Y este Ramón Bilbao 2012 edición limitada... no es uno de ellos.
Monovarietal de Tempranillo
14 meses en barricas nuevas de roble francés.
Y "afinado" en botella bajo tierra 10 meses más.
Innovación y modernidad... sin perder su esencia Riojana.
Ya saben ustedes lo que se opina por aquí del Ramón Bilbao.
Pero este... superó las expectativas.
A LA VISTA
Cereza picota, no ví tonos tejas.
Todo lo contrario. Algún destello violáceo.
Capa alta, pero no excesiva.
Limpio.
Con lágrima abundante.
EN LA NARIZ
Presencia destacada de frutas rojas y negras.
Vainilla.
Maderas nobles. Ebanistería.
Cacao.
Tostados.
Todo muy integrado, envuelto con primor.
EN LA BOCA
Buena presencia.
Aterciopelado, mas bien casi "cremoso". Sublime.
Acidez correcta
Trago largo y suave.
RE-DON-DO
En fin, amigos, por alrededor de 10 euros, no se lo pierdan ustedes:
Excelente RCP
Quizá por un exceso de frío estaba mas "cremoso" de la cuenta y nos sorprendió a todos muchísimo.
Canela fina.
Y eso que veníamos de tres tintos recientes como Dominio del Bendito, Marqués de Ulía y Mestizaje que no es que sean mancos, precisamente.
Que lo disfruten con salud.
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