A partir del 29 de octubre podréis entrar en paramountchannel.es/extra/batalla-de-las-peliculas para votar vuestras favoritas entre todas las candidatas. Y por supuesto podréis verlas todas en Paramount Channel y votar con mayor conocimiento de causa.
En nuestro blog vamos a defender uno de nuestros musicales favoritos, y seguramente el mejor de este siglo, "Chicago", cuya mini crítica podéis leer en cinedepatio.com/chicago.html, Seguro que nuestras razones os convencen.
1. Las canciones
Es un musical, y que menos que las canciones enganchen, tengan fuerza y que acabes tarareándolas una vez finalizada la película, algo que ocurre inevitablemente. A ritmo de jazz y durante casi dos horas la historia avanzará enganchando canción tras canción, y trece temas después, estaremos escuchando la última sin que nos hayamos dado cuenta de que el tiempo ha volado gracias a la diversión que provoca una partitura magnífica y única en su género, con un libreto de Bob Fosse, quien deja su imborrable huella tal y como hizo en otra de sus otras obras maestras, Cabaret.
2. El reparto
Sin duda uno de los puntos fuertes de la película y premiado por el sindicato de actores, aunque ya entraremos en eso más adelante. Primero repasemos los nombres: Richard Gere, Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones, Queen Latifah, John C. Reilly, Dominic West, Colm Feore, Lucy Liu… Una larga lista, y lo mejor de todo, la mayoría goza de su momento estrella durante película marcándose un tema en solitario, cada uno en un tono bien diferente claro. Además, Gere, Zellweger o Jones hacen unas magistrales actuaciones interpretando unos personajes que a su vez deben interpretar diversos papeles para conseguir sus objetivos. Seguramente estemos ante la película donde cada uno de ellos hace la mejor interpretación de sus carreras.
3. El argumento crítico
Pocos estamentos salen vivos de este distendido musical carcelario donde la sociedad americana y su hipocresía es criticada en muchísimos aspectos con un tono humorístico pero realmente ácido. Evidentemente el sistema de prisiones recibe sus palos, pero muchos más el manipulado y manipulador mundo de la prensa donde la fama se puede alcanzar sin demasiado esfuerzo siempre que tengas lo que hay que tener. La justicia americana tampoco se libra, y podemos ver abogados marionetistas y jueces inútiles, todos al servicio de las cámaras, los focos y dando al público lo que pide a cualquier precio sin importar lo que es correcto.
4. El director y la puesta en escena
Tras ser coreógrafo en varias películas, dirigir teatro y algún telefilme, Rob Marshall debutó en la gran pantalla con Chicago y no podía empezar mejor ya que fue nominado por su trabajo en diversos premios de cine. Realmente se nota su experiencia en los musicales ya que consigue adaptar esta obra con mecanismos cinematográficos, pero simulando unos falsos escenario para dejarnos con la sensación de estar viendo una representación teatral a través del celuloide. Si en Broadway la puesta en escena era minimalista, escasa de decorados y con la orquesta en el escenario, para su traslado al cine se decidió optar por algo más espectacular que deslumbrará al espectador, tanto por los bailes y las canciones, como por unos decorados llamativos y muy efectivos.
5. Los premios
No es que ganar premios signifique que una película es mejor o peor que otra, pero sí que sirve como señal de que estamos ante algo que merece la pena, y en este caso mucho. Sin duda lo más relevante fueron los seis premios Oscar que se llevó, incluyendo mejor película, actriz de reparto para Catherine Zeta-Jones y montaje, entre otros galardones técnicos. Pero también obtuvo su reconocimiento en otros premios importantes, llevándose en los Globos de Oro el de mejor comedia /musical, actriz para Zellweger y actor para Gere. Y en los BAFTA dos premios más, y en los SAG tres, etc. Por algo serían…