Tengas la edad que tengas, no olvides ponerlos en práctica una vez llegues a tu destino:
1 – Ajusta el chip:
Suena obvio, pero lo primero que tienes que hacer para aprender un idioma es pensar en ese idioma. Si por ejemplo vas a estudiar inglés en Inglaterra, recuerda que vas a ver todas las señales y carteles en inglés, vas a ver su sentido inverso de circulación, vas a ver otro tipo de vestimenta en las personas…etc. Una vez estés allí, mimetízate con el ambiente y empieza a pensar en esa lengua. Te será muy útil para cualquier pequeña interacción que te pueda surgir en el día a día (por ejemplo, alguien preguntándote la hora)
2 – Limita tu contacto con otros españoles:
El ser humano es por lo general así, siempre va a tender a relacionarse con las personas con las que mejor se puede comunicar. Sin embargo, recuerda que tú estás en otro país precisamente por el motivo contrario: porque quieres inmiscuirte en una cultura extranjera y conocer personas que no podrías conocer en tu país de origen. Esfuérzate en pasar tu tiempo libre con personas de varias nacionalidades, de ese modo, el idioma que has ido a aprender será el nexo común entre vosotros y tu nivel mejorará exponencialmente.
3 – Cuida tu acceso a las tecnologías:
Como en cualquier aspecto de la vida, internet y las nuevas tecnologías han cambiado el mundo de los cursos de idiomas en el extranjero. Antes, salir del país significaba prácticamente restringir cualquier tipo de contacto con la familia o los amigos que dejábamos en España. Hoy en día, es demasiado fácil y demasiado tentador ponernos en contacto con ellos ya sea vía Whatsapp, Skype o cualquier tipo de Red Social. Trata de moderar todo esto y convierte la tecnología en tu aliada (cambia el idioma de los menús de tus dispositivos, ve series y películas en el idioma que estudias, repasa y amplía las cosas que has visto en clase…etc).
4 – Prepara y adáptate al cambio:
Cambiar de país no es únicamente cambiar de idioma. Detrás hay un sentido cultural y social al que debes adaptarte. Por ejemplo, cenar mucho antes de lo que lo hacemos en España es habitual en prácticamente todos los países. Anticípate y déjate una pequeña reserva de alimentos para cuando te entre el ataque de hambre a media noche. O más importante aún, si te vas a alojar en la casa de una familia recuerda que aunque seas tú el que estés pagando, también eres tú el que debe adaptarse a la host family y no al revés. Si pretendes volver a las 4 de la madrugada cantando la Rianxeira es probable que debas replantearte el tipo de alojamiento que has escogido.
5 – Viaja a través de una empresa familiar:
A la hora de contactar con una agencia/empresa encargada de organizar tu viaje, evita en la medida de lo posible las más grandes y conocidas. Ten en cuenta que estas empresas envían a multitud de personas como tú, por lo cual el trato y la disponibilidad que van a tener de cara a posibles problemas es bastante limitado. En empresas como Escuela de Idiomas y Cultura eso no sucede. Conocemos personalmente a prácticamente todos los alumnos que escogen alguno de nuestros cursos, y nuestra disponibilidad antes, durante y después del viaje es total.