Como si quisiera despertar los fantasmas
De un futuro que aún no existe.
Atormentado por un momento que está por venir.
Y aún así, y todo, ya ha llegado.
Dos mil veinticinco.
Año redondo, numérico, puro.
Discretamente lleno de perfección.
Esperanzado y expuesto a mil misterios,
El año de los diez lustros
¿Qué retos deparará?