Zaragoza bonita

Zaragoza va ganando terreno, cada vez más, para hacer y ver cosas bonitas. Hay más sitios especiales, curiosos, originales y os voy a contar una pequeña selección de lo que me llama ahora más la atención. Sitios a los que suelo llevar a los amigos de fuera que vienen a casa y que quiero que se sientan como en su casa. Y que luego regresen a la suya con una buena impresión de mi ciudad.

Por supuesto, y no descubro absolutamente nada nuevo, la primera parada es ir a visitar la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Y recomiendo las vistas que hay desde el Puente de Piedra con el Ebro a sus pies. O andar por los caminitos de la ribera del río. Y detenerse a comer, cenar o tomar algo en Le Pastis, la terraza agradable y afrancesada que más me gusta de la ciudad y que es perfecta en verano. Mi amiga Mar siempre la recuerda.





Sigamos con el plan gastro:

Mercado de Ric: Gonzalo y Manuel llevan el concepto de un ultramarinos de toda la vida a un local bonito, cuidado y con productos buenos. Perfecto para picar algo o llevártelo feliz a casa. Tienen el suave aceite Molino Alfonso, del Bajo Aragón, premiado internacionalmente. Lo regalé a unos buenísimos amigos de Bilbao, que son muy gourmet, y les encantó. Cada mañana con las tostadas del desayuno, se acuerdan más de mí. Es un acierto seguro. ¿Quién da la vez en el Mercado de Ric?





Pescadería Saturnino: “Parece una joyería” oí a una señora al pasar por la puerta. Y no es para menos porque el local es espectacular y el nivel del pescado, también. Las cenas especiales en casa con sus productos son un acierto seguro.



Nolasco: para mí, es el sitio más bonito de la ciudad para cualquier momento del día. No ha caído ante el exceso vintage y tiene una esencia como de un local de Nueva York con sus enormes ventanales. Nolasco es el sitio de reunión de mis amigas de colegio, la mesa de siempre, que pedimos al reservar. Y calidad – precio está  fenomenal.



Montal: El clásico de siempre. Difícil no llevarte algo a casa. Y ahora tras la reforma, está más bonito y ha sabido permanecer su sabor de toda la vida. Los sitios míticos y buenos nunca mueren.



La Ontina: Sino tienes tiempo, para los días de mucho IPAD, oficina y jaleo, la parada es en la barra para picar algo. La fideuá, acompañada de pan de hogaza, es riquísima. Y la amabilidad es de nota. Detrás está Maher, maestría navarra.



Casa Lac: Es hacer un monumento a las verduras de la huerta tudelana de Ricardo Gil. Yo no olvido las pochas suaves que me tomé en plena temporada…





No sólo me quedo en los de siempre, otros más novedosos, bonitos, animados y muy para plan de amigas son Ginger y Garbo.  El primero es japonés y no me cansaría nunca, sobre todo de su pez mantequilla. Y el segundo es más para todo, carta más abierta y tampoco olvido de allí las alcachofas que me dijo mi amiga Rosa.





Ruta de tiendas:

Agua: De verdad que soy objetiva pero es que mi amiga María trae de sus viajes los bañadores más bonitos a la ciudad. Y la ropa para la perfecta maleta de vacaciones. Ilusión es planificar e imaginar los viajes.







Para los niños y cómo querer llevarte todo para ellos: Mi limonero Kid´s. Anita ha sabido inundar de buen gusto un precioso y luminoso local y trae las firmas infantiles más bonitas. Mi sobrino Álvaro ya lleva las menorquinas y su hermana Valentina está guapísima con su vestido fresquito y sencillo para el verano.





Si tienes que hacer un regalo bonito al ir a una cena o por un sin motivo para una persona especial: Made in charme. Muy francés, muy mono y diferente.



Para la puesta a punto del verano Cocó. Manos y pies listos y preparados para chapuzones. Muy cerca de allí está la Doctora Flores para tratamientos y a la que descubrí para estar lista para mi boda. Ella no puede ser más profesional, más auténtica, más sincera y cariñosa. Hacen un gran trabajo y se nota que son un equipo. Muchas amigas han ido y ya no se marchan de allí.





El verano son cestos y cestos de mimbre, de toda la vida, pero que han regresado con fuerza. En el casco antiguo de Zaragoza hay una cestería de siempre y no sólo me quedo con los capazos, que los veremos en todas partes, sino en las cabezas de animalitos que son una idea original para decorar una habitación de niños. O los cactus.





Más deco:

Entredos, en la calle Zurita. Siempre me paro a ver su escaparate y destacan sus telas y papeles que pueden revolucionar una casa. Por cierto, qué bonita es esa calle con el sol de la mañana.







Y Estudio Vedruna: Su showroom dice cómo son, qué tienen, qué ven y cómo trabajan.



Esta es mi pequeña mini guía de Zaragoza, la info que suelo pasar por Whats upp, pero más ordenada y bonita. Gracias por acompañarme.