La primera, la cual tiene más importancia cuando estamos empezando a aprender a tocar la guitarra, es que nos ayudará a interiorizar el ritmo y a crear un ritmo constante en nuestra cabeza para después cuando toquemos sin metrónomo, sin una guía, podamos mantener un tempo constante, o a acelerarlo o hacerlo más lento cuando queramos. Esto es algo que varía de persona a persona, habrá gente que tenga mejor sentido del ritmo que otra, pero al principio sobretodo siempre viene utilizar el metrónomo por este aspecto.
La segunda razón tiene que ver con el seguimiento de nuestra mejora y aprendizaje. Si nosotros sabemos que nuestra velocidad máxima a la hora de tocar un riff es 120 bpm, podremos trabajar siempre en esa velocidad con objeto de aumentarla poco a poco. En cambio, si no trabajamos con metrónomo podemos cometer el error de unos días trabajar a 100, otros a 110, otros a 130, etc, ya que no estaremos controlando el tempo de forma precisa. Es como si en el gimnasio no apuntáramos una tabla de ejercicios o los pesos de los ejercicios y cada día los hagamos en función de lo que creamos que es el peso que nos conviene. Seguramente nos equivoquemos pues unos días estaremos más cansados o simplemente porque nuestra percepción no es 100% objetiva. Pues en la guitarra pasa lo mismo. De esta forma podremos llevar un seguimiento más preciso de nuestro aprendizaje y marcarnos objetivos, como aumentar cada semana 5 bpm de velocidad por ejemplo.
El metrónomo que yo utilizo en el ordenador es uno muy sencillo que lo podréis encontrar en el siguiente enlace:
http://simple.bestmetronome.com/
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