Hace ocho años en China se vivió con gran fanatismo la llegada de los primeros smartphone y fue ahí cuando un joven de apellido Wang de entonces 17 años, se sometió a una cirugía para que le extirparan el riñón.
El plan era venderlo en el mercado negro por 22 mil dólares, de los cuales a él solo le tocaron 3, aproximadamente 30 mil pesos (en ese momento).
Emocionado por el trato, corrió a comprar el iPhone 4 y un iPad 2, por algunos días fue muy feliz hasta que su mamá descubrió los dispositivos y tuvo que confesarlo todo.
Wang se fue deteriorando rápidamente debido a la insuficiencia renal. En abril del 2012 las nueve personas que participaron en la operación clandestina y también, los intermediarios de la compra-venta fueron acusados por los fiscales en la ciudad de Chenzou donde se realizó la operación y fueron encarcelados.
Las consecuencias de la operación fueron desastrosas, pues ahora tiene que permanecer postrado en su cama y sobrevivir de la beneficencia.
En China solo queda la sombra de la locura por Apple, pues varias empresas chinas de tecnología, como Huawei demostró estar a la altura del gigante de Cupertino e incluso superarla.