Me fui a una tienda especializada en descanso y una dependienta muy amable especializada en descanso me explicó que los colchones de ahora tienen de todo: muelles, viscoelastico, normafolk, bífidus activos, ceramidas, 6 vitaminas y hierro. Regulan el colesterol, te bajan la tensión arterial y algunos también parece que sirven para dormir. Además está todo rebajado al 50 %, un chollo. Y me dió un papel donde venía resumido todo lo que me había contado con sus respectivos precios y descuentos no sin antes decirme que me tumbara en tres de ellos para que notase la diferencia. Qué quieres que te diga: mi tensión arterial seguía como siempre, puede que un poco más acelerada porque mientras disfrutaba de mi descanso tenía que seguir con la vista a Cuchufleta que reptaba por encima del colchón para probarlo ella también. Lógico que quisiera probarlo si últimamente en mi cama somos tres...
Por aquello de comparar y aprovechando que teníamos que hacer la compra, nos fuimos a la sección descanso del supermercado y una dependienta muy amable pero poco especializada en descanso, me señaló los colchones y me dijo:
- Son estos, el que más cómodo te resulte, en estas etiquetas tienes el precio. Además de estar todos rebajados un 50%, durante cuatro días te descontamos el IVA que viene a ser un 18 por ciento en vez de el 21 porque ese 3% restante (se acerca y baja la voz) hay que dárselo a Montoro y a Rajoy, ya sabes (cara de qué malos son) nos obligan por ley - Y se fue para seguir atendiendo amablemente. Y yo me quedé con cara de circunstancias. Claro, todos sabemos que es legal cobrar sin IVA siempre que guardemos un 3% para Montoro y Rajoy. Sólo me queda la duda de si la genialidad ha sido suya o es parte de algún plan de técnicas de venta de la empresa.
Saqué el presupuesto de la tienda anterior para comparar pero los nombres de los colchones no coincidían, así que me apunté a boli por detrás los nuevos nombres y precios para cuando llegaramos a casa comparar vía internet.
Y llegamos a casa. Y me puse a buscar los nombres de los colchones en internet y ¡oh, sorpresa! Esos colchones sólo existen en esas tiendas, ni siquiera en las páginas oficiales los conocen. Mi teoría es que los rebautizan en las tiendas, supongo que para que no podamos comparar la relación calidad precio y nos fiemos de sus superdescuentos y de sus rebajas en el IVA.
Total, que teniendo ya bastante claro donde NO íbamos a comprar los colchones pero aprovechando que teníamos que ir al centro comercial porque han puesto una piscina de bolas, nos acercamos al supermercado para que Papichufleto probara los colchones. Veredicto: ninguno es lo bastante duro para su gusto, a lo mejor deberíamos ir a un almacén de obra a por unos bloques de hormigón... Y en eso estábamos, Papichufleto tumbado rebotando en un colchón demasiado blando para él, cuando se acerca una pareja de unos 60 años acompañados de otra amable dependienta y la mujer le pregunta:
- Cómo ves ese de duro, es que a mi tampoco me gustan blandos
- Para mi muy blando - le dice Papichufleto mientras se levanta
La amable dependienta lleva a la pareja hasta otro colchón:
- Pruebe este que es más duro.
Y la mujer le dice a mi marido ¡a mi marido y no al suyo!:
- A ver este cómo lo ves de duro.
Papichufleto lo prueba y tampoco le gusta. - Demasiado blando - dice, así que la señora tampoco lo quiere. Yo, por si acaso, me llevo a mis Chufletos pasillo adelante mientras susurro: - ¿Pero esta señora piensa venirse a dormir con nosotros? ¡Que ya somos tres!
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