Empiezo la semana con un chute de arte, una buena y merecida inyección de color para arrancar la semana de la mano de la artista Dimitra MIlan, una joven afincada en Arizona (Estados Unidos) que pinta desde los 4 años.
La curiosidad en este caso es que ahora tiene nada más y nada menos que 16 años, pero lleva desde los 12 años dedicándose a tiempo completo a la pintura. Toda una jornada laboral haciendo lo que más le gusta: pintar cuadros, muchos de ellos resultado de lo que sueña mientras duerme. “Pinto lo que veo como hermoso, noble, fiel y digno”, dice ella.
Su estilo clásico, pero caracterizado por el uso de técnicas contemporáneas, está constantemente protagonizado por mujeres, naturaleza y animales. Su objetivo no es otro que el de hacer que sus pinturas parezcan libres y sin esfuerzo, que tengan vida propia. Para ello emplea formas anatómicamente correctas, pero que se desvanecen en pinceladas abstractas mostrando diferentes texturas y combinaciones.
Sus padres, artistas también de profesión, han sabido sabido ser su mejor fuente de inspiración y orientación. “Los consejos más importantes que recibí de mis padres, es tener una ética de trabajo y sobre mi identidad como artista. Me enseñaron que no siempre tienes que estar de humor para pintar. Sólo pintas. Cada día, durante 8 o 9 horas, igual que en cualquier otro trabajo. Como todo en la vida, es duro, mucha pasión y compromiso es lo que te llevará al éxito. No sólo me dijeron estas cosas, también me las demostraron en sus propias vidas y carreras artísticas”.
Como siempre, os dejo mi propia selección de sus obras más representativas y las que más me gustan. Espero que a vosotros os cautiven el alma tanto como a mi.
¡Feliz lunes!
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Fuente: este post proviene de La Otra Mirilla, donde puedes consultar el contenido original.
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