Soledad con perro entre edificios es una pintura acrílica sobre lienzo con bastidor
Soledad con perro entre edificios, es una pintura que simboliza la soledad. El ser vivo en oposición a la frialdad del cemento y hormigón. En este caso la ciudad no se muestra como algo amistoso. La ciudad es un conjunto de bloques en diferentes planos que actúan como muros separadores y diferenciadores y las figuras vivas son sombras. Esta idea aparece también en la colección La ciudad también tiene su encanto , pero desde un punto de vista más amable y más integrador.En el primer plano observamos en una esquina una figura humana. Está desplazada del centro a la izquierda y no se distingue ningún rasgo. Es sólo una sombra pequeñita y arrugada ante la inmensidad del muro y el suelo, que parece infinito. La figura es sólo una sombra, pero por la posición en la que está colocada, sabemos que es una postura incómoda. La expresión corporal es drámatica. Sentad@ y con la espalda apoyada en la pared, las piernas ligeramente plegadas y los brazos cayendo a ambos lados. Parece como si se quisiera mantener fijo en el suelo. Se aferra a algo estable, como es el suelo, pero gira la cabeza hacia arriba y mira hacia el cielo.
La segunda figura con vida que encontramos es un perro. Está en un segundo plano, también desplazado del centro, pero está vez a la derecha. El segundo plano es superior en altura, debido al efecto que hace el bloque horizontal central. El muro lateral tiene vanos cuadrados abiertos, ventanas. Por esta razón, este es el único bloque que parece un poco más vivo, un poco menos frío.
La figura del perro, en contraposición con la humana, parece tranquila y relajada. Tanto, que se ha parado a defecar.
El tema me parecía tan cargado de dramatismo, que para suavizar un poco el impacto, he elegido una paleta de color suave. Diferentes tonos de gris claro para las paredes verticales con reflejos en otros colores de tono suave. Los dos bloques horizontales están contrapuestos en color y también en altura.
Fuente: este post proviene de Lola Kabuki, donde puedes consultar el contenido original.
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