Béjar fabril
Un paseo enlaza las viejas fábricas textiles levantadas junto al cauce del río
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
En sus mejores momentos debieron de resonar como cien mil cañones por banda disparando sin tregua. Una algarabía de martillazos, batanes y motores tejiendo a todo trapo la madeja de una fortuna que durante varios siglos dio de comer a casi todos en Béjar. Nada que ver con el silencio espectral que escapa ahora por las ventanas rotas de muchas de ellas. Huérfanas y abandonadas casi todas, apedreadas hasta el martirio muchas de ellas, hoy suman media docena de desguazados edificios industriales en avanzado estado de descomposición. Son los esqueletos roñosos de lo que antaño fue la afamada industria textil bejarana.
Esta ciudad del sur salmantino comenzó a vivir de sus quehaceres laneros como consecuencia de encontrarse en la confluencia de las cañadas merineras que llegaban aquí desde Burgos y León para encaminarse juntas hacia Extremadura.
Ruta de las Fábricas Textiles. Chimenea de ladrillo de 52 metros en la antigua fábrica de García y Cascón. Béjar. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego; El desfile de tanto lomo lanudo sumado al precipitado discurrir que entre Candelario y Béjar tienen los arroyos que se descuelgan desde su sierra dio en favorecer el desarrollo de molinos y batanes movidos por la fuerza de las aguas y volcados, de manera muy especial, en la transformación de esta preciada materia prima que los bejaranos veían pasar en abundancia por la puerta de sus casas.
Notable papel jugaron en el desarrollo de esta industria los duques de Béjar al favorecer en la ciudad, a finales del siglo XVIII, la estancia de destacados tejedores flamencos, especializando la producción en el hilado de inigualables paños. Llega así un período de máximo esplendor entre 1850 y 1875 en el que se cuentan por cientos los talleres y fábricas dedicados a la industria textil. Pascual Madoz menciona, a mediados de ese siglo, 40 telares de lienzo de lino y cáñamo, con empleo para 600 personas. Pero señala que Béjar destaca por la “fabricación de bayetas y paños finos tan buenos como los catalanes: esta industria recibió gran incremento después de 1824 en que se trajeron de Bélgica y Sajonia perchas, cepillos, lustres…” Según sus datos, Béjar contaba en esa época con 200 fábricas “que producen 754,600 varas de paño y bayeta y ocupan 5.000 individuos”.
La revolución industrial trajo a Béjar el vapor y la electricidad para dar descanso al río Cuerpo de Hombre como fuerza motriz, si bien muchas de las fábricas se quedaron junto al lugar en el que habían nacido. Una revolución mucho más traumática, vivida en las últimas décadas del siglo XX, acabó vaciando muchas de ellas hasta conformar un paisaje de torres sin humos, sustento de nidos de cigüeña inalcanzables, y naves industriales vacías.
Ruta de las Fábricas Textiles. Antigua fábrica de García y Cascón. Béjar. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Ruta de las Fábricas Textiles. Béjar. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
Ruta de las Fábricas Textiles. Antigua fábrica de García y Cascón. Béjar. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego; El paseo
Una larga pasarela junto al cauce del río sirve ahora para hilvanar un paseo que encandilará a quienes gusten de husmear en los remiendos del pasado, ya sean vencidos templos románicos o edificios fabriles fuera de uso. La pasarela se toma desde la carretera que lleva por el interior de Béjar hacia Ciudad Rodrigo. Trescientos metros después de pasar el puente sobre el río Riofrío, una señal en el lado izquierdo de la carretera anuncia el inicio del paseo a la altura de la antigua fábrica de Luis Izard Muñoz. El carril, escoltado todo él por una larga barandilla quitamiedos, flanquea la orilla derecha del río mientras lleva al paseante de fábrica en fábrica y el reguero de paneles, estratégicamente apostados, ponen al corriente de los detalles relativos a cada uno de los difuntos recintos fabriles. Si bien se trata de una original e instructiva propuesta altamente recomendable para quienes deseen explorar la cara menos conocida y más sorprendente de Béjar, no gustará a los exquisitos de olfato o escrupulosos con remilgos: por desgracia, el río sigue arrastrando en algunas zonas más suciedad de la que debiera.
A la altura del puente de San Albín se ubica el Museo Téxtil de Béjar en lo que fuera iuna industria de tintes. Alberga una interesante colección de maquinaria textil, algunos trajes militares hechos con paños de Béjar y otras curiosidades relacionadas con la industria textil.
Ruta de las Fábricas Textiles. Béjar. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego;
EN MARCHA. La localidad de Béjar está a 80 kilómetros de Salamanca. Desde la capital se accede por la N-630, que une Salamanca y Plasencia.
EL PASEO. La “Ruta de las Fábricas Textiles de Béjar” se encuentra señalizada en su inicio y desarrollo. La ida y la vuelta se realizan por la misma pasarela de cemento acondicionada para el paseo. Entre la ida y la vuelta son unos cuatro kilómetros que pueden hacerse en una hora. El trayecto, sin ningún peligro para un adulto, puede no ser adecuado para realizar con niños. Tampoco es adecuado para realizar con lluvia, pues hay desagües antiguos que vuelcan directamente sobre la pasarela.
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