Título: Tóxicas
Autora: Pilar Pedraza
Tapa blanda: 152 páginas
ISBN-108417646752ISBN-13978-8417646752
Editorial: Cazador de Ratas
Fecha de publicación:18 mayo 2020
Idioma: Español
Tóxikas se resiste a clasificaciones, rehúye las etiquetas; es una obra a un tiempo realista y fantástica, gótica y costumbrista. En ella Pilar Pedraza reflexiona sobre el acto cotidiano de comprar y alimentarse, sobre nuestra doble vida como cuerpos que consumen y sueñan, que comen y recuerdan. En todas sus historias emerge la condición siniestra de la carne. Es la experiencia física vista desde el prisma de lo extraño, empezando por la gestación anómala y acabando con la muerte y el sepelio; pero también la corporalidad atravesada por una institucionalización que abarca desde la compraventa de productos hasta la medicalización de nuestro interior.
Los cuentos de Pilar nos instan para ello a pertrecharnos con las armas de la cultura y a observar con los anteojos de la literatura. Buscan siempre una perspectiva nueva, una literatura diferente, que no se arredra a la hora de quebrantar las normas. Luis Pérez Ochando
Estamos ante un prólogo titulado Carne que consume carne de Luis Pérez Ochando. Puedes ver en la contraportada, como un fragmento se ha usado para la propia sinopsis. Donde podríamos decir que es el mejor de los aperitivos para sumergirnos en su lectura.
En Tóxicas encontramos 12 relatos escritos por Pilar Pedraza. En ellos conocemos a Carmen Posa y sus compras en el mercado central, mientras que todos tienen como tema central esto, los recuerdos, experiencias y opiniones son muy variadas.
Desde la perspectiva de una mujer trabajadora en RTVV que es instruida, se diferencia de la maruja común y nos lo comparte. Nos muestra su cultura haciendo referencia a películas, libros o viajes que son una delicia.
Sus textos se inspiran en la compra de carne, alimentos y reflexiones. Toca temas tan delicados como la inmigración y las clases sociales en el relato Caronte través. Siendo una muestra de como es capaz de hilar unos textos costumbristas en reivindicativos.
Nos muestra la cruda realidad, nunca mejor dicho, de nuestra necesidad de alimentarnos haciendo que nos sintamos tan solo una especie más de la cadena alimenticia. Donde escasea la humanidad.
Por la necesidad de alimentarnos de estos seres vivientes tan comunes como la ternera, seguir la moda comiendo insectos o recordar traumas infantiles rompiendo huevos de cisne.
A veces sus pensamientos vuelan y nos llevan de viaje o al pasado, incluso nos cuenta lo que crece en su interior De algún modo nos hace partícipe sus historias crudas, reales o rozando lo fantástico como en Cueros vivos.
La portada tengo que confesar que me impactó. Una servidora es una tiquismiquis que prefiere ver la comida cocinada en el plato, para no pensar que son parte de un animal Creo que es el efecto que se buscaba: mostrarte la verdad, que puede ser repugnante.
Su forma de escribir es directa, incluso de una provocativamente política incorrecta, como también descriptiva en la que los escrúpulos pueden aflorar. En estos momentos en los que hay pieles tan finas para temas tan frívolos e inexistentes para los importantes.
Algo que adoro y en este libro se cumple, es cuando nos hablan de soslayo sobre obras de arte, ya sea de tipo arquitectónico, visual o escrito. Te hace buscar con curiosidad en Google, en los que encuentras verdaderas joyas.
He disfrutado cada uno de los relatos cortos tan cercanos. Son muy ágiles de leer e interesante, llevándote a sentir que la protagonista te la puedes encontrar en tu próxima visita a la compra.
No recomendable para veganos. Si te gustan las historias cortas con miles de subterfugios, pero de una pluma directa. Historias cotidianas que te muestran la cruda realidad sin florituras ni aliños.
Tóxikas
Pilar Pedraza
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