Reseña: Panicello, Víctor "Lo que el río lleva"

Lo que el río lleva

Víctor Panicello


Querido diario:

Quiero dar las gracias a la editorial Casals por este ejemplar.

Sinopsis:

El río arrastra historias que nadie quiere recordar. Dima vuelve al pueblo de sus abuelos a pasar las vacaciones: otro verano más en el pueblo. Un día, en el bosque junto al río, encuentra enterrada una extraña caja metálica. Dentro, guardada con mucho cuidado, descubre una carta que contiene una pista para encontrar la siguiente caja y así poder reconstruir una historia de amor y de odio en tiempos convulsos, en tiempos de guerra, cuando la gente del pueblo vivía enfrentada. ¿Descubrirá la verdad sobre los demás y sobre él mismo?

A mí me sonaba mucho el nombre del autor cuando revisé mi biblioteca y ahí estaba: "Backstage" una de mis lecturas del verano pasado. Teniendo en cuenta que ya conocía al autor y me había gustado, tocaba repetir. ¡Y de qué manera!

Algunos fieles seguidores de mis redes sociales saben que soy Geocacher, bien, el Geocaching es un juego de pistas que funciona a nivel mundial y que nos lleva a encontrar cajas escondidas en lugares muy interesantes en todas partes. Partiendo de esa base, leo esta sinopsis y pienso: este libro es para mí.

Este libro es para los que piensan que los jóvenes solo leen fantasía, que las novelas juveniles solo tratan de amor y dragones. La juventud lee mucho y muchísimo más interesante de lo que pueda parecer a priori y libros como este demuestran que también les interesan otros temas como: la muerte, la guerra, el paso del tiempo, la tradición, el legado y muchos otros que pueden observarse gracias a autores como Panicello.

A mí también me gustan los libros sobre princesas o vampiros, pero mis favoritos son los realistas. "Lo que el río lleva" habla del interés por las personas, refleja muchos prismas de la condición humana, gracias a los protagonistas comprendes muchas de las cosas que suceden en el mundo cuando creías que no entendías nada. Que algo no sea deseable no significa que no sea entendible.

Hay hechos que nos marcan para siempre, bien lo sabremos nosotros cuando, dentro de unos años, los más pequeños nos pregunten sobre aquélla pandemia mundial. De la misma manera los jóvenes de ahora preguntan a los mayores cómo fue vivir una guerra. No como se ve en las películas de acción, sino la guerra de verdad, el día a día, el miedo, la incertidumbre, todo lo que establece una serie de comportamientos que a veces se quedan ahí y no se marchan nunca.

Sé que para muchas personas es doloroso echar la vista atrás pero también es importante entender, transmitir lo que ocurrió y expresar las emociones que nos provoca, pues solo así aprenderemos. ¿Aprender a qué? Muy buena pregunta, quizás gracias a historias como esta estemos abriendo otro camino a través de la inteligencia emocional para que las barbaridades no se repitan o si se repiten, que sepamos a qué atenernos.