Frances Hodgson Burnett
Ilustraciones de Inga Moore
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Si hay una lectura con la que aprender mil moralejas es ésta. Me ha encantado el personaje de Mary y en muchos momentos me ha resultado muy sencillo sentirme identificada con ella. Es una niña en cuyo interior duerme un diamante en bruto que necesita que alguien cuide, mime y motive para salir a brillar al sol.
Es un libro que demuestra que no es nada fácil dejarse querer y que con paciencia y dedicación todos podemos conseguir cualquier cosa que nos propongamos ¿y no es eso lo que el ser humano anda buscando?
Me ha enamorado cómo hablan los diferentes personajes sobre la magia y quiero ilustrarlo con un par de frases:
"Creo que la magia está por todas partes, pero aún no hemos descubierto cómo utilizarla" "No sé cómo se llama lo que provoca que crezcan las flores o que el sol salga, así que, de momento, lo llamaré magia" "Las cosas se aprenden haciéndolas una y otra vez... Creo que con la magia pasará lo mismo. Si no dejamos de invocarla, acudirá en nuestra ayuda" "Los pensamientos tienen tanta energía como las pilas y pueden ser tan beneficiosos como la luz del sol, o tan nocivos como el peor de los venenos"
Así, me identifico totalmente con estas ideas, pues estoy convencida del poder de los pensamientos que son magia que lo hace todo posible, solo hay que intentarlo, aunque a veces no sea nada fácil.
Si queréis descubrir cómo puede llegar a florecer el más marchito de los jardines o la más antipática y grosera de las niñas, lee este cuento y léeselo a quienes te gustaría ver brotar en su lugar cual pequeña semilla con toda una vida por delante.
Gracias a la Editorial Vicens Vives
por cederme este maravilloso ejemplar.