Bonnie-Sue Hitchcock
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Se ha demostrado que el olfato consigue recuperar recuerdos lejanos si se sabe estimular. Con frecuencia asociamos un olor a un momento determinado, una persona e incluso a un sentimiento ¡las emociones! eso que nos diferencia como seres humanos. Pues de emociones trata este precioso libro que me envió Maeva Young y que me encantó desde el primer momento en que lo vi.
En esta novela empiezas a conocer diferentes personajes que, en principio, nada tienen que ver unos con otros y poco a poco van uniendo sus vidas hasta que finalmente comprendes todo el principio de la trama ¡me encantan este tipo de novelas!
Los protagonistas son chicos y chicas jovencitos a los que les sucede de todo y no siempre bueno, pasan por momentos muy duros, de incertidumbre, frustración e impotencia que no esperaban ni merecen. Me ha emocionado mucho este libro que hace que valoremos mucho nuestra existencia pues es fácil dejarse llevar por el día a día y no apreciar lo que ya tenemos y que a otras personas les falta.
Pero si me quedo con algo que realmente me ha encantado es la forma de narrar de la autora, las metáforas y descripciones que nos regala, las emociones que une a diferentes olores que te trasportan a los distintos escenarios, que casi puedes no solo oler, sino también tocar, saborear y sentir en tu piel. Es mi parte favorita y lo que más me ha sorprendido gratamente, la capacidad de esta escritora para asociar nuestro subestimado sentido del olfato con momentos desgarradores, lugares que nos hacen sentir como en casa y personas que lo significan todo en nuestra vida.
¿Y tú, a qué huele tu casa, recuerdas un olor especialmente importante o que te traiga algo emocionante a la memoria? déjamelo en un comentario ^^
Fuente: este post proviene de Diario de una Chicka Lit, donde puedes consultar el contenido original.
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