Seguramente has tenido la oportunidad de platicar con tus parientes más cercanos acerca de las distintas similitudes con tus padres, ya sea en la forma de mirar, actuar o tomar ciertas decisiones. Al parecer estamos inherentemente definidos por nuestros antepasados y los genes que nos transfieren. Y de igual forma ocurrirá con nuestros hijos y los hijos de sus hijos, y así sucesivamente con cada árbol genealógico en el mundo. Por siempre, Sin excepciones.
Con esto, tenemos una idea clara de la base que fundamente a cada ser que existió y que alguna vez existirá, podemos tratar de interpretar la delicada cuestión del libre albedrío, las pruebas o la posible falta de éstas. Nuestro ADN, se encuentra en todas y cada una de las células que conforman nuestro cuerpo, actúa como base para nuestro desarrollo como seres vivos. Estudios recienten, han revelado que la estructura del ADN puede ser manipulada y cambiada por una influencia exterior.
Básicamente el ADN actúa como un receptor, por lo que podemos especular entre varios factores que lo pueden influenciar y uno de ellos son nuestras propias acciones.
El dilema es: ¿son nuestros actos y pensamientos una representación de acontecimientos predestinados o incluso acontecimientos al azar o somos verdaderamente libres de tomar decisiones a voluntad propia? Son muchas las personas a lo largo de la historia que se han obsesionado con esta pregunta.
En caso de que nuestras decisiones sean influenciadas por eventos predeterminamos, entonces no podríamos hablar de un libre albedrío. Esto es conocido como determinismo. El determinismo es la posición filosófica que indica que cada uno de nuestros actos, depende necesariamente de las circunstancias o condiciones en que se produce. Es decir, todo depende de la inquebrantable cadena causa-efecto, por lo que el estado actual de las cosas o pensamientos determina de algún modo el futuro.
Esto significa también, que no existen eventos aleatorios o que sucedan al azar, el futuro es potencialmente predecible a partir del presente. Por lo que si lo pensamos bien, no existiría el libre albedrío.
Lo mismo se aplica a las personas, si pudiéramos conocer cada uno de los factores que harán que se produzca cierto pensamiento o interacción (que pueden ser bastantes), podríamos predecir exactamente que ocurrirá después, y a partir de eso, continuar prediciendo lo siguiente y lo siguiente, hasta donde quisiéramos, por lo que el libre albedrío seria inexistente, todo estaría predeterminado.
Por otra parte existe la postura indeterminista. El indeterminismo es la postura filosófica, que indica que los eventos, acontecimientos o pensamientos, no son causados o provocados por los acontecimientos anteriores (causalidad). Esta postura indica que hay eventos que ocurren, sin que sus antecedentes los hagan necesarios. Es decir, hay cosas que ocurren por azar y por azar no quiere decir sin causa, sino por un sistema de causas que no están coordinadas ni relacionadas entre sí. También indica que el pensamiento es espontaneo, sin causas, sin determinaciones. Que tenemos la libertad de elegir entre una u otra opción y de hecho elegir es la única opción.
Pero entonces, nos encontramos en un aprieto al sacar una conclusión sobre el libre albedrío, pero podríamos decir que las acciones, actos y eventos que correspondan al mundo físico son deterministas, ya que dependen de las leyes físicas establecidas, pero lo que corresponde al pensamiento humano es espontaneo e indeterminista. Pero esto, claro, queda a tu criterio. Déjanos tu opinión en la caja de comentarios.
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