TESEO
Érase un laberinto dactilar
modelado en la yema de mi dedo
pequeñas barcas flotando
amarillas y desnudas
tras tu cuerpo nadador
tan rítmico y estival
una brisa transformada en arena
mientras cae un rayo de sol
inesperadamente último y pálido
a mi alrededor la playa vacía
tus brazadas cada vez
más lentas
más azules
más
marinas
Repentino el grito blanco
de una gaviota remarca
el silencio de mis costas:
oscurece y nadie nada
donde tu cuerpo nadaba
lejos respiran las barcas
la arena vuelve a enfriarse
Esta noche está borrando
mis huellas gramaticales.
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