"El emperador en Santa Elena" 2020 - Javier De la Rosa



Aquel baile en los jardines, donde danzaban, los clarines y los
violines comenzaban con el vals del Emperador. Josefina y yo

abrimos la danza con paso corto pero firme, su mano descansaba

sobre la mía y yo la sostenía en la sombra de su cimbreo y sus

miradas furtivas a los jóvenes; dio un giro sobre sí y se centró en el

cambio con el joven sargento Michel DAntón quien se sonrojó al

ver de cerca el rostro de la Emperatriz de Francia. Aceleré el paso de

la danza y di un traspiés tropezando con el cuerpo de Marie Signé,

la condesa de las Casas ,quien se distorsionó un pie y gritaba como

una condenada. La duquesa de Abrantes, se acercó indignada a

levantarla y me miró con cara de furia. Pensó que lo había hecho

adrede. Al día siguiente los comentarios en París fueron variopintos,

la lengua viperina de Laura Permond, trascendió y en los centros

de lectura y los periódicos se hacían eco de les folies de la Corte y

la mala pata de su Emperador.



http://elpoemadelhombremuerto.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss

Fuente: este post proviene de Blog de cristinuka, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Malcolm era un joven responsable alto y muy delgado. Tenia el pelo castaro, que llevada argo y despeinado, y las ojos marrones le bizqueaban de tanto leer: Una noche, sus amigos lo encontraron haci ...

Etiquetas: PoesiaRelatos

Recomendamos