Bajo el argumento de que para cada grupo social somos uno diferente, “Vero” intenta crear una red donde la comunicación sea más auténtica.Lo novedoso del sitio radica en que cada usuario tiene total control (o eso parece) sobre sus publicaciones. Por ejemplo, cuando el usuario quiere compartir una foto de perfil puede hacerlo con “sus amigos íntimos”, "amigos", “conocidos” o de forma privada.
¿Cómo funciona?
Hay un timeline ordenado cronológicamente (y NO con algoritmos) con las últimas actualizaciones de los contactos y también una ventana en la parte inferior desde donde se pueden hacer las publicaciones sobre básicamente cualquier cosa que quieras. Hasta este punto suena como a un Facebook más; sin embargo, una de las diferencias más notables es que todo aquello que salga en tu página de inicio no es manipulado desde la red social, es decir, no hay preferencias por ciertas publicaciones y sobre todo NO se permite la publicidad.
Si, sí, hasta aquí todo muy bonito, pero no podía ser perfecto. “Vero” tiene un costo anual de suscripción, pero esto no aplica para todos los usuarios. El primer millón de usuarios podrá disfrutar de la red social completamente gratis, en tanto que los que se registren después que pagar, aunque no se ha mencionado el monto.