Pero, ¿por qué ocurren las infecciones vaginales?
Lo primero que debes saber es que la infección más común en mujeres es Candidiasis Vulvovaginal, que es causada por un hongo llamado Cándida Albicans. La vagina alberga siempre una cierta cantidad de bacteria buena que ayuda a regular la cantidad de Cándida que vive ahí. Cuando el balance se altera, por cualquier razón, se desarrollan los síntomas de una infección vaginal.
Algunas de las razones por las que puede repentinamente incrementar la producción de Cándida son:
El uso de algunos antibióticos
El embarazo
Diabetes que no está bajo control
Anticonceptivos hormonales que incrementan los niveles de estrógeno
Un sistema inmunológico comprometido
Como puedes ver, la mayoría de estas razones están fuera de nuestro control, pero también existen algunos hábitos que podemos adoptar o cambiar para evitar que nuestro cuerpo se convierta en un lugar perfecto para el crecimiento de este hongo.
Evitar las medias y la ropa interior ajustada que puedan provocar que nuestra zona íntima guarde humedad.
No usar duchas vaginales, ya que esta es una parte de nuestro cuerpo que se limpia sola, y regula por sí misma la cantidad de hongos y bacterias que debe tener para mantenerse sana. La ducha vaginal es la práctica de irrigar el interior de la vagina con agua u otros líquidos. En algunos lugares venden duchas premezcladas que regularmente contienen vinagre, yodo o bicarbonato.
No tomar baños de agua demasiado caliente y evitar los jacuzzis.
Evitar el uso de antibióticos innecesarios o autorecetados.
Quitarse la ropa mojada lo más pronto posible (especialmente trajes de baño).
Siguiendo estas recomendaciones podemos evitar, en medida de lo posible, las infecciones vaginales, pero si llegas a padecer una, ¡no te preocupes! Son fáciles de eliminar con óvulos o cremas que puedes encontrar en cualquier farmacia. ¡En muy poco tiempo regresará todo a la normalidad!
Si es tu primera infección vaginal lo mejor es que consultes a tu médico para que te indique cómo tratarla.