El señor K. Dick, demostró a lo largo de su obra, que le gustaba experimentar con todo tipo de drogas y no lo digo yo, si no aquellos que le conocieron y la verdad es que viendo el segundo episodio de la serie en la que se inspiran sus relatos, doy fe que les dio buen uso.
Nos encontramos muchos años en un futuro donde lo que llamamos Tierra hace mucho que dejó de existir y donde nos encontramos a dos empleados ( Jack Reynor, que ha remontado el vuelo tras pasar por la infumable Transformers: Age of Extinction y Benedict Wong, el coleguita del Doctor Extraño) de una empresa que suministra viajes espaciales, trucados lógicamente y que se van a encontrar con una petición un poco extravagante de una anciana y sorda millonaria tetragenaria , interpretada magistralmente por Geraldine Chaplin.
Marcado desde el principio por algo que ya se puede oler en el primer encuentro entre Reynor y Chaplin, el viaje hacia la Tierra en busca del lugar donde quiere morir ella...esa Carolina con su río y su cascada, donde poder bañarse desnuda junto al ser al que ama, es un viaje sin retorno, puesto que a Chaplin se le acaba el tiempo y a Reynor...pues también, ya que vemos que no obtiene el ascenso que merece y que tiene una novia de la que realmente no está enamorado pero de ello no se da cuenta hasta su encuentro con Chaplin y sobre todo SPOILER (cuando ésta le enseña una foto en la que aparece él en la Tierra, junto a una bella mujer, que Chaplin dice que es su abuela, pero que todos sabemos que es ella y que por lo tanto lo que estamos viendo puede que sea un viaje al futuro) FIN SPOILER.
El final del episodio, es puro K.Dick, la dulce anciana consigue su meta.
Es verdad que bajo la maniobra de su sirviente, realmente no están en la Tierra, de hecho parece más el planeta de Alien pero cuando bajan a la superficie, y a pesar de que se quedan sin oxígeno y quizás sea por eso, lo que nuestros dos protagonistas ven, es ni más menos que aquello siempre desearon, ver cumplidos sus sueños, aunque realmente no lo tuviesen claro.
En resumen, es un episodio que es el prototipo del tipo de escrito de Dick con actuaciones notables y en caso de Chaplin, sobresalientes y una dirección pausada y bien orquestada por David Farr, haciendo sus pinitos tras las cámaras ya que es bien conocido por su faceta como guionista, especialmente ne la magistral serie el Infiltrado.
Nota DVAS: 8/10.
Molano