Niña con implante coclear
¿Sabías que en España la cifra de personas con discapacidad auditiva supera el millón? De ellas unas 13.000 disponen de este dispositivo, de las que 4.000 son niños. El primer implante coclear se realizó en 1957 y solo se instala en niños sordos de nacimiento o en personas que han perdido completamente su audición.
Este dispositivo electrónico no aumenta el sonido en sí, sino que lo recoge, lo transforma en un estímulo eléctrico y lo aplica directamente al nervio auditivo. El implante coclear está compuesto de dos partes: la interna (formada por una placa receptora-estimuladora y por unos electrodos que el cirujano introduce en la cóclea mediante una intervención quirúrgica) y la externa (compuesta principalmente por el procesador del sonido, la bobina, los micrófonos y el sistema de baterías).
El implante coclear se conecta al cerebro
Lo cierto es que con la operación no se acaba todo, sino que empieza un largo proceso hacía la recuperación auditiva. La parte más importante y compleja es la que viene después de la intervención, la logopedia. Y es que pasado un mes es cuando se conecta el procesador, es como se llama el nuevo audífono. Empieza así el duro trabajo de volver a oír.
Mujer aprende a escuchar de nuevo
El implantado, y gracias al arduo y costoso proceso de rehabilitación, comienza a distinguir las vocales, más tarde las palabras, hasta ampliar el vocabulario por completo. Sin embargo, el implante coclear no soluciona el problema de raíz, sí que ofrece una mayor autonomía al implantado. Además cuanto más reciente sea la pérdida de audición existe mayor número de posibilidades de oír más. No obstante, cuando el oído lleva mucho tiempo sin función, la audición que se recupera es menor.
Niños aprenden a distinguir las palabras con una logopeda
Los afectados se quejan de los precios y del escaso apoyo social e institucional que reciben. Un cable, por ejemplo, cuesta 200 euros, el coste de las pilas ronda los 140 euros anuales y el seguro de prótesis otros 250 euros al año. Pero hay más. Un repuesto de batería estaría por unos 290 euros y el procesador externo de sonido ronda los 8.500. Mantener un implante coclear supone un gasto de entre 1.500-2.000 euros anuales.
Con estos precios tan elevados no es de extrañar que la Seguridad Social solo se encargue del gasto de un solo implante, salvo en algunas comunidades como Extremadura. Comunidad que sí incluye el gasto de los dos implantes en el caso de los niños. Ante su elevado coste de mantenimiento, tampoco sorprende la gran cantidad de dificultades a las que se enfrentan numerosas familias para hacer frente a algunos desperfectos o a la propia operación en sí, cuyo coste supera los 40.000 euros. Es por eso que los afectados piden más ayudas e implicación social, porque oír también es un derecho.
Hombre con problemas de audición
La OMS destacaba este mismo jueves, Día Internacional de la Audición, la importancia de las políticas y programas dirigidos a la prevención y detección temprana con el objetivo de reducir el impacto de esta problemática en el futuro en los niños.
Para evitar problemas de audición: evita la exposición a fuertes fuentes de ruido, no coloques ningún objeto en esta zona, dile a tu otorrinolaringólogo que no te prescriba medicamentos ototóxicos (que dañan el oído), no te sumerjas en aguas contaminadas y evita aplicar agua oxigenada, aceites minerales o cualquier otra sustancia en el oído.
Gracias al implante coclear algunas personas recuperan la totalidad de su audición. Son pequeños grandes luchadores que recobran la escucha en silencio. Oír debería ser un derecho, no un privilegio.
Este padre se tatuó un implante coclear en apoyo a su hija
*Gracias a mis tíos Alejandro (con implante coclear) y Carmen, sin vuestra ayuda desinteresada esta entrada no hubiera sido posible.