DEYDRA (Pedro Sánchez Ramos)
Ezequiel es un universitario consternado por un pasado que no ha logrado superar: los maltratos de diversa índole que sufrió y la pérdida de quien consideraba el amor de su vida, Virginia.
Todo cambia cuando conoce a Dyedra, un ser místico que le trasladará a un escenario donde la estela que proyecta la luna sobre el mar es sólida y en ella figuran varias puertas, en cada una de ellas le deparará una prueba.
La primera puerta le desafiará a recuperar el amor propio, la segunda a creer en sus aspiraciones dormidas, la tercera a liberarse de la opinión de los demás, la cuarta presentará dos posibles futuros, uno movido por la venganza y otro por la auto superación.
La última puerta supondrá un viaje a lo más profundo de las tinieblas de su corazón, para descubrir quién es realmente.
Este libro me ha llamado mucho la atención
SOÑAREMOS QUE SUEÑO (Pilar Hernández Muñoz)
Una pequeña localidad marinera del norte de España a finales del siglo XVIII, Vife, se ve sorprendida por un importante despunte económico y más tarde demográfico, causado por un ingente desarrollo de la industria y tecnología naval, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes, modernas y adelantadas de la época.
En una población que se ve abocada a adaptarse a los cambios en todos los niveles y ámbitos; siguen dejándose ver las luces y las sombras. El odio, los resentimientos, las envidias, la maldad y crueldad caminan paralelas del buen hacer, la solidaridad, la convivencia, la bondad y el amor.
¿Qué hace que cierta condición humana se agarre a fanatismos y tradiciones mal entendidas mientras otra parte de sus congéneres, busca avanzar y evolucionar?
Un gran cariño fraternal de Valentino hacia su hija y viceversa, una apasionada y hermosa historia de amor entre Rosalía, la agricultora soñadora y romántica y Eduardo, el obrero pragmático pero tierno, y entrañables relaciones de amistad y vecindad; se entremezclan en un mundo mitad realidad mitad ficción, en el que la línea que separa la fantasía, la superchería y las leyendas de lo tangible se muestra difusa, entrando a formar parte, en ocasiones, del otro lado de los sueños…
Pero como sabemos, nada es verdad o es mentira… ¿nunca has sentido la sensación de estar soñando tu propia vida…? Lo que seguro que sí has hecho es convencerte de que lo mejor es soñar que estás soñando y correr un tupido velo…
¿Alguno ha captado vuestra atención?