EL JUEGO INFINITO ( Carlos Gómez Carrera)
Cuando a Raúl Juárez, un brillante y materialista abogado marbellí de mediana edad, se le diagnostica una leve disfunción corporal, siente que no es tan invulnerable como él creía y al mismo tiempo piensa que los años lo van acercando a una edad en la que el control de su salud se hará cada día más difícil.
Siguiendo la sugerencia de un colaborador acude, sin estar muy convencido, a un enigmático naturópata – para algunos un sabio, para otros un brujo – que paso a paso lo va a ir conduciendo por un camino que anteriormente no había transitado. Del diálogo entre ellos va tomando forma una nueva manera de estar ante la vida intentando el mantenimiento de su salud, y al mismo tiempo una búsqueda de los aspectos menos materiales de la existencia
TINTA ROJA (Fernando Luis Villar)
LONDRES, AÑO 1888, Varios crímenes en las oscuras calles de Whitechapel que mantienen en
jaque a Scotland Yard, paralelamente y ante la falta de efectivos el inspector Lewis Ferlves y el cadete de la academia Alex Mcea se verán envueltos en la investigación de lo que parece una simple fuga del psiquiátrico de Broadmoor y que sorprendentemente da un giro inesperado convirtiéndose en la caza de un asesino que decapita a sus victimas y deja macabras adivinanzas. Solo el inspector Lewis Ferlves parece tener la respuesta para dar con el asesino antes de que vuelva a matar y siembre las Islas Británicas de cabezas cortadas. Un viejo conocido del inspector Lewis parece estar detrás con una sola intención, vengarse.
EL SECRETO DE SOFÍA (Domingo Yélamos)
Hace un tiempo, leía Cuerpos y almas de Maxence Van der Meersch.
Estaba estirado en el césped, a la sombra de un árbol y, en un momento determinado de la lectura, cerré el libro y le lancé a cierta distancia.
Crucé mis manos entre la nuca y el césped y, rápidamente, me di cuenta que, aquello que me había hecho arrojar el libro, era lo mejor que había leído hasta entonces. Reflexioné, apliqué lo aprendido y, aún hoy, pongo ejemplos de todo aquello que me marcó.
El principal objetivo planteado al escribir El Secreto de Sofía es que, el setenta por ciento de las conclusiones a las que nos pueda llevar, correspondan al lector o lectora. El treinta por ciento, debería ser en contenido real escrito.
Se plantean varios temas (adopción, vida en pareja, educación, celos, eutanasia, sexo…) y se hace en forma de pincelada a la que nos iría muy bien enriquecer con nuestras propias conclusiones.
Por muchos canales se nos informa de la importancia de la lectura. Y, con las frases cortas, el diálogo sencillo, con el huir de determinados tecnicismos, así como con el desarrollo de una acción tras otra, he querido contribuir a esa práctica lectora.
Me gustaría que así fuera.