Eran mediados de los 90, la banda No Doubt buscaba a la desesperada lograr el éxito. Habían cambiado el estilo musical, del Ska evolucionaron al New Age, lo que había provocado tensiones en el grupo y la deserción de uno de sus componentes. Sin embargo, a pesar de este cambio, el éxito no llegaba.
Tampoco ayudaba en el ánimo del grupo la tensión entre la cantante de No Doubt, Gwen Stefani y el bajista Tony Kanal. Tony acababa de romper con Gwen tras una relación sentimental de varios años, y esta no llevaba muy bien el desamor.
Pero precisamente ese desamor fue la salvación del grupo. En una de sus canciones Gwen dió rienda suelta a sus sentimientos y escribió una canción dedicada a su ex. Al grupo le encantó. A Tony no le gustó mucho, pero puesto que no lo había nombrado y estando en minoría, aceptó y Dont’s Speak fue incluido en el disco Tragic Kindom de 1995.
Don’t Speak fue un exitazo. Gwen Stefani girtó a los cuatro vientos sus sentimientos hacia Tony Canal, vamos, que lo criticó todo lo que pudo. Éste, no estaba muy contento, pero a tenor del exito no podía más que poner buena cara.
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