Y vaya que su disfraz de gerentito de Coppel llamó la atención e incluso se hizo tan viral que la tienda departamental decidió obsequiarle una bici por tan sofisticado atuendo.
El pequeño, originario, de Culiacán puso de nervios a sus compañeritos de la escuela pues aprovechando que ya era un gerentito de esta tienda departamental; Raulito pasó a sus lugares, y hasta la puerta de sus casas, a cobrarles las mensualidades que debían.
Lo bueno de todo esto es que Raulito rompió internet, presumió su creatividad y además salió ganón pues además de la bici, aprendió a talonear con estilo.