Hay que mencionar que la música cristiana es de origen judía, y su definición y objetivo va variando según la denominación cristiana que la promueva. De esta manera, la música cristiana se considera muy útil tanto sea para evangelizar a los devotos, como además una forma de profetizar y traer de manera musical, cuestiones que le pueden ir sucediendo al creyente cristiano.
Durante el protestantismo, y también en diversos pasajes de la historia, la música cristiana se caracterizó por ser solamente instrumental. También durante el período Barroco en Europa, se comenzó a usar con mucha difusión, el preludio coral para el órgano. Esto terminó reflejándose en piezas himnos populares y composiciones de música clásica.
Hubo varios exponentes muy talentosos de la música cristiana a lo largo de la historia, tal es el caso de Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, César Franck, entre otros tantos artistas.
Y durante un buen tiempo, los compositores solo se dedicaron a componer música especialmente pensada para órgano, vinculados por supuesto, a los actos de culto religioso de esta fe cristiana.