Julita es una mujer española de 81 años cuyo deseo en la vida era tener muchos hijos, un mono como mascota y un castillo. Sus sueños se cumplen, hasta que la crisis española golpea a la familia y tiene que renunciar al castillo en el que han vivido por años.
El director Gustavo Salmerón logra que la grabación de momentos íntimos que parecieran hablar sólo de su familia, nos hagan sentirnos identificados y ver reflejadas a nuestras familias ahí.
La premisa podría parecernos muy triste o quizá aburrida, pero nada más alejado de la realidad. Julita convierte los momentos incómodos o tristes en una divertida comedia de la vida real con la que no podrás dejar de reír. Acumuladora implacable, Julita ha guardado en cajas y en bolsas toda una vida de recuerdos, ¿no son así todas las abuelas?
Desde regalos de Navidad sin abrir, hasta miniaturas y lo más raro: ¡las vértebras de su abuela!, huesos que recuperaron de una muerte difícil y que Julita confiesa que vive atormentada de encontrárselos en algún momento, pero no recuerda dónde los puso.
Con el desalojo inminente del castillo, tanto ella como su familia se verán obligados a vaciar el castillo y a elegir entre las cosas que se llevarán a su nuevo hogar.
Con una gran sensibilidad, el director deja que sea Julita quien nos guíe en el documental Muchos hijos, un mono y un castillo. Nos permite enamorarnos de una abuela que tiene reflexiones propias de su edad, como cierto temor a la muerte o a ser enterrada viva, lo que la lleva a pedirles a sus hijos que le prometan que la picarán fuertemente con una aguja cuando se muera para asegurarse de que no está sólo dormida.
El documental ha ganado varios de los reconocimientos a documentales más importantes como el Premio Goya a Mejor documental, o el Premio del Festival de Karlovy Vary en la misma categoría. Ahora se encuentra nominado a los Premios Fénix, premio que se entregará este miércoles 7 de noviembre.
El documental se estrenará en salas comerciales este viernes 9 de noviembre.