Iba a hacer una entrada normal y corriente de una de las secciones del blog, pero creo que os merecéis una disculpa de mi parte.
Quizás lo habéis notado, o quizás no, pero hace unos meses que he dejado de estar tan activa como antes. Apenas subo entradas, apenas entro en blogger, subo entradas cada dos semanas... apenas hago algo relacionado con el blog.
No me voy a poner a deciros que si es algo personal, que si los estudios, que si estaba de vacaciones... Porque ninguna de esas cosas me ha pasado. ¿Os estáis preguntando qué me ha pasado? Simplemente nada. Simplemente renuncié a todo esto. Lo dejé abandonado.
Y la verdad es que soy así, suelo engancharme una cosa, pero después cuando ya lo empiezo a dejar, me es difícil volver a retomarlo. ¿Y sabéis qué? A mí todo esto me encanta. Me lo pasaba muy bien haciendo las entradas y leyendo vuestros comentarios. Y no quiero renunciar a esto. Así que creo que después de unos meses de descanso, y experimentar como se siente sin el blog, puedo decir que me gustaba más antes.
Hoy vuelvo, queridos. Hoy. Y vuelvo con las pilas recargadas.
Y por último, pero no menos importante, gracias a todos vosotros por seguir apoyándome aún en esos momentos de inactividad. He seguido recibiendo muchos comentarios y el blog ha seguido creciendo. Y se podría decir que gracias a todos vosotros vuelvo.
¡Muchas gracias!
Fuente: este post proviene de La biblioteca de un ángel, donde puedes consultar el contenido original.
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