Madrid y Barcelona, son las potencias económicas, ciudades con mucho que contar gracias a su papel protagonista en la historia de España y, además, de los mejores lugares para tener una experiencia gastronómica. Madrid y Barcelona encabezan el ranking de destinos europeos en lo que a gastronomía se refiere.
Entre los más de 2.000 destinos que Europa ofrece, Madrid y Barcelona despuntan notoriamente como destinos turísticos para este 2017. Según el Top 100 de Escapadas Europeas para este año, elaborada por GoEuro, las mayores capitales españolas se llevan la palma en lo que a comer se refiere. La relación calidad-precio es uno de los factores más valorados, además de la amplia oferta de platos que un viajero puede probar en el callejero de cada urbe.
De esta forma, el Top Escapadas erige a Madrid y Barcelona como los mejores destinos gastronómicos europeos basándose en el precio medio y en los platos típicos de cada una de ellas. La destreza de chefs, taberneros y cocineros españoles basada en la tradición sin renunciar a la vanguardia ha hecho de España una de las capitales europeas gastronómicas. Tanto es así que, de las miles de regiones europeas posibles, la gastronomía madrileña y barcelonesa ha superado a destinos tan golosos como Roma o París.
No es de extrañar, puesto que hablar de gastronomía madrileña es tratar con el arte del tapeo, una opción interesante y a la par económica que atrae a un gran volumen de turistas. Las opciones para comer en Madrid son innumerables, pero si debemos hablar de comida tradicional cabe destacar el archiconocido cocido madrileño. La capital española basa su gastronomía en el guiso de cuchara, y en el bocadillo de calamares (grandes embajadores de la ciudad). Sin embargo, uno de los mayores encantos de la gastronomía autóctona es la influencia de otras culturas en sus establecimientos de restauración.
Madrid, al ser una ciudad en la que confluyen muchos tipos de culturas, ha sabido bien empaparse de las costumbres gastronómicas que allí conviven. La cocina japonesa, india, vietnamita, peruana o mexicana mantienen un idilio amoroso con la ciudad y eso se nota en la calidad de los platos.
De otro lado, la Ciudad Condal no se queda atrás en la rica variedad y calidad gastronómica. Puede que al preguntar sobre un plato tradicional de Barcelona sólo venga a la mente el pan con tomate, y lo es, pero más allá del Pà de pagés, la capital catalana cuenta con toda una religión en torno al comer. Uno de los aspectos más característicos es la hora del aperitivo, muy popular en Barcelona, en el que no puede faltar ni las tapas ni el vermú en la mano. Una gran variedad de bodegas componen la oferta gastronómica en esta ciudad que no puede visitarse sin tomar un buen vermú.
El recetario catalán también conoce muy bien cuál es el sabor de la tradición, la ensalada de pimientos, la butifarra o los deliciosos postres como los panellets erigen a Barcelona hacia lo más alto del ranking de destinos gastronómicos.
Además de estas dos ciudades, España cuenta con una gastronomía impoluta en toda su extensión. La dieta mediterránea palpita en todos los rincones del país, ofreciendo a los turistas infinitas combinaciones saludables, a buen precio y exquisitas.
Fotografías | Madrid, Barcelona
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