pero resulta que la felicidad radica en ser libre. Entonces dije - ¡voy a hacer lo que me de la gana!-
-¡ Me voy a comer el mundo con patatas!-
fue entonces cuando me dí cuenta de que el mundo es demasiado grande y yo demasiado pequeña para comérmelo de un solo bocado y tan rápido.
Con esto quiero decir que muchas veces nos equivocamos pensando que tal vez si hago lo que me da la gana, eso significa no hacer nada representando así una manera de enfrentar el mundo y la vida.
Los jóvenes pensamos que si vamos en contra de las normas o nos revelamos a nuestros padres, estamos consiguiendo lo que queremos. ¡ Para muchos de nosotros es como la mejor manera de ser rebelde y demostrar al mundo quienes somos, ¡ Aunque es algo totalmente erróneo!
Resulta que para hacer lo que te de la gana, debes dejar de perder el tiempo, como perder el tiempo discutiendo con tus padres, intentando ser el mejor en tu grupo de amigos, o ya sea tratando mal a tus compañeros en el colegio, sin embargo debes substituir el libertinaje de noches de fiestas y borracheras por enfocarte en mejorar como persona. ¡Es decir que!, para hacer lo que nos de la gana tendremos que trabajar, ser independientes de nuestros padres y ponernos metas.
En vez de tratar de agradar a los demás debemos empezar por agradarnos a nosotros mismos.
En vez de intentar ser como los demás y encajar en medio de la masa social, debemos ser nosotros mismos aceptándonos en la manera que somos.
Aveces la realidad es muy dura de ver aunque todo es tan cierto como lo que ven tus ojos. ¡ Debemos quitarnos la venda y aceptar lo que pasa a nuestro alrededor siempre aceptando lo que hay dentro de nosotros, sin importar la reacción que eso pueda causar al exterior, siempre manteniendo el respeto por ti y por los demás.