Fue hasta un año después que los médicos se dieron cuenta de su error y se disculparon con ella. Sin embargo, Sarah ya había sido sometida a la extirpación de ambos senos y a fuertes quimioterapias.
Sarah sólo tenía 25 años para ese momento, y los médicos del hospital le dijeron que someterse a una reconstrucción de senos podría aumentar el riesgo de que padeciera cáncer de seno a futuro.
Además de la extirpación de senos, Sarah se sometió a un tratamiento muy agresivo que resultó agotador y la mantuvo alejada de sus dos hijos.
Sarah ha querido dar a conocer su caso ahora, pues aunque ya han pasado tres años el diagnóstico erróneo tuvo muchas consecuencias en su vida y la hizo pasar por muchos momentos difíciles.
Ahora, su abogada habla de las secuelas que sigue padeciendo a causa de las secuelas por el tratamiento.