Al final del día, lo único que deseas es saber si existe ese match con la otra persona y si se comparten ideas o estilos de vida similares. Si lo que buscas evitar momentos incómodos, evita a como dé lugar hacer este tipo de preguntas (y OJO, que te las hagan a ti, tampoco es una buena señal):
“¿Puedo probar de tu comida?”
Compartir del mismo plato requiere confianza, pero recuerda que “picar” del plato ajeno, también demuestra tus modales en la mesa. Si no puedes con el antojo, mejor pide un plato para ti y espera ver si la otra persona te ofrece un poco del suyo.
“¿Cómo está tu vida sexual?”
Generalmente hablar de temas sexuales en la primera cita, rebasa la línea por completo. No porque tenga algo malo, sino porque no hay la suficiente confianza para decir o expresar cómo te sientes al respecto. Y además, puede indicar que solo está interesado en eso y no busca algo más allá.
“¿Qué carro manejas?”
No es importante en lo absoluto, preguntarlo te hará quedar como una persona superficial e interesada. Tampoco es buena señal que busque alardear sobre el auto que conduce.
“¿Cuánto dinero ganas?”
De igual forma, solo muestra un interés equivocado. “Qué te importa”, debería ser una respuesta políticamente aceptable cuando alguien lo pregunta.
¿Te han preguntado algo así?, ¿qué otra pregunta se te ocurre?