Todas las estaciones tienen cosas bonitas. Pero sí que es cierto que el verano reúne muchas y momentos que recuerdas siempre. Es como el parón del año, incluso dicen que septiembre es el nuevo enero. Adelanto una pequeña lista de tips veraniegos con sabor a vacaciones y a desconexión, sí y de móvil también, por favor.
El verano son las largas noches y más si son con personas que no vemos con tanta frecuencia como quisiéramos durante el año. Me imagino este precioso carrito de Belén Domecq en la terraza de una casa. La noche y la animación se alargarían seguro.
La escapada: Creo que Mallorca es la isla más bonita. Sí, más que Formentera. Porque tiene unos contrastes espectaculares y unos pueblos como de siempre, auténticos. En la sierra de la Tramontana y cerca de Sóller, con esas vistas hacia mar, hay una finca de agroturismo muy acorde a la zona: Muleta de Ca S´Hereu. Vida payesa de verdad y desde allí se puede llegar andando hasta Sóller y hasta Deiá que son sencillamente impresionantes.
Me imagino andar por esa finca con este vestido estiloso de Amancio, el generoso. Es de Zara.
Y bajar al jardín con esta cesta de Pimkie, que por cierto tiene unas cosas muy monas para casa
A la playa con ganas, alegría y estilo con @sticks.sand y su IG. Por algo Sally Hambleton contó con ellos para su pop up “The Things I love”.
El gran regado: Especial para alguien que tenga la suerte de tener un jardín en casa y para sentirse que no hace falta nada más, sería una hamaca de FILATS que es pura inspiración en las Gandules Mallorquinas de toda la vida. Yo no tengo jardín pero me la imagino en el campo de mi pueblo navarro, con una alberca. La foto es de su web.
El detalle: Las pulseras que personaliza para que sean únicas de verdad de Luli_and_us
Paul Anton: La de vueltas que da la vida porque conozco desde hace muchos años a su gran familia. Merece seguir la pista de su obra, de su talento y de su creatividad. Y las fotos son de uno muy grande, Paco Marín, de Retrato de un instante, que puedo confirmar que son extraordinarios.
Si tu ruta veraniega pasa por Guipúzcoa, anota el restaurante Errota que nos recomendaron unas grandes amigas vascas. Es el ejemplo de que la materia prima excelente no necesita un trampantojo. Está en Cestona – Zestoa y hace tiempo que no nos sorprendía tanto cada plato. La terraza es más que agradable para las noches frescas del Norte. Queremos regresar pronto.
Y no nos olvidemos de los demás. Muchas personas necesitan nuestra ayuda durante los doce meses. La Fundación Canfranc es una ONG aragonesa que impulsa proyectos estupendos, como planes bonitos para niños durante sus vacaciones. Yo colaboro con ellos desde hace años. Este punto me parece el más importante de todo lo que os he contado y sabe a verano solidario. Gracias por acompañarme.
Foto de la web de la Fundación Canfranc.
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