Aunque arranco este post con una imagen desde el parasol de la plaza de la Encarnación, conocido como las Setas de Sevilla, no es de su capital lo que os quiero mostrar hoy, sino de la otra Sevilla, su provincia, una provincia que esconde muchos tesoros gastronómicos, tanto en producto, como en restaurantes.
Lo de escaparme a esta singular plaza, y no menos polémica por el dineral que costó, como punto de partida de este viaje fue porque, aunque he estado en Sevilla varias veces, no conocía este espacio. La idea original era que los bajos de este parasol fueran un centro de tapeo, aunque me sorprendió que todo lo que había eran cadenas de fast food de tapeo, no voy a dar nombres, que a nivel turístico, bien, pero nada más. Además en el sótano hay un museo llamado ANTIQUARIUM que hace un recorrido por la historia de la ciudad. Lo más espectacular de Las setas de Sevilla es, sin duda, subir a recorrerlas, ya que las vistas son impresionantes.
Antes de abandonar la capital, nos pegamos un salto hasta la fábrica de tortas de aceite INÉS ROSALES, donde un grupo de mujeres elabora ¡a mano! las famosas tortas sevillanas con más de 100 años de historia.
Camino de Utrera – La otra Sevilla
Ay Utrera, cuna del flamenco. Una localidad con un encanto especial declarada conjunto histórico desde 2002. No dejéis de visitar entre sus monumentos el santuario de nuestra señora de la Consolación, casa de la patrona de la ciudad. Un santuario de peregrinaje decorada en su interior con elemntos mudéjares muy curiosos. Cabe destacar el friso con frases del coran que rodea la nave del templo.
También muy interesante su castillo, otrora un restaurante de postín y que en este momento con los cambios de poder en alcaldías en fase de cambio. Subir a la torre del homenaje es un lujo que no os debéis perder, las vistas son una gozada. Desde allí se ven bien el Convento de la purísima Concepción y la bella fachada de la iglesia de Santa María de la mesa.
En cuanto al comercio, me vengo a referir a las cosas de comer, imprescindible ir a conocer la casa de Diego Vazquez (en plena plaza del Altozano) y hacerse con sus famosos mostachones, se trata de un bizcochito de unos 15 cm de diámetro presentado sobre un papel de estraza, un dulce típico hecho con azúcar de caña y con origen en un convento de clausura. Su fama se debe a que Utrera es un nudo ferroviario, y dicho sea de paso a que están buenísimos.
Y hechas las compras pertinentes, otra visita obligada es BESANA TAPAS un gastrobar muy particular en donde los cocineros Mario Ríos y Curro Noriega (en la foto) reinventa el concepto del tapeo. Recomendado por la guía Michelín y considerado uno de los 10 mejores bares de tapas de España. Espectacular la caballa en semisalaxón con pimientos y palomitas.
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Descubriendo Lebrija – la otra Sevilla
Cuna de Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática española, esta población al sur de la provincia de Sevilla esta situado en el enclave de las Marismas del Guadalquivir. Cuando vayáis allí debéis, sin duda visitar Nuestra Señora de la Oliva, un bello templo con una torre inspirada en la Giralda y un retablo de Alonso Cano. Además de callejear por sus calles, con mucho encanto. Lebrija es además la sede de la única denominación de origen vitivinícola con una sola bodega, La bodega Gonzalez Palacios. Bodegas que se pueden visitar con degustación incluída.
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Restaurante Manolo Mayo
No muy lejos de Lebrija, nuestra ruta prosigue hasta Los palacios y Villafranca, una localidad donde encontraremos uno de los restaurantes clásicos de la provincia sevillana. Se trata del Restaurante Manolo Mayo. Totalmente familiar, en las cocinas están las mujeres de la casa y en la sala, los hombres. Con un ambiente, a mi gusto un poco clásico pero muy agradable.
Lo que comenzó siendo una posada, se ha convertido hoy en un edificio que da a dos calles con salas y reservados por doquier. Además, realizan servición de catering y en el sótano tienen una de las cocinas más espectaculares y enormes que yo haya visto jamás. Fueron casi 10 minutos de visita ¡ojo al dato!.
No dejéis de probar sus famosas croquetas de salmorejo (tengo la receta, a ver si me animo a compartirla), también de lujo los arroces. Cómo el local, cocina clásica pero con el sabor y el buen producto de protagonista. Un imprescindible.
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Umbrete, la ciudad del Mosto
Dejando las Marismas, nos vamos a conocer Umbrete, en plena comarca del Aljarafe, comarca, otrora, considerada la huerta de Sevilla. Lo de la ciudad del mosto lo reza un cartel a la llegada del pueblo y no es para menos, porque en los bares y tabernas es, sin duda, la bebida alcohólica predominante.
El mosto del Aljarafe, se empieza a degustar a partir de noviembre de cada año, tras haber fermentado y encubado durante unas seis semanas. Es el vino en su primer momento. Su graduación es de unos 11,5º. La palomino, la zalema, la airén, la pedro ximénez y la garrido son algunas de las uvas más utilizadas en su elaboración. Para reconocer un buen mosto, habrá que observar su color pálido como el agua. Si es de uva zalema, tendrá un brillo aterciopelado. Si es de uva garria tendrá un brillo completamente cristalino. En todos los casos emanará un discreto olor a manzanas. (extraído de el salero).
Se le llama mosto porque es un vino de una fermentación corta, muy joven, pero no hay que confundirlo con el verdadero mosto que no es otra cosa que el zumo de la uva.
La feria del mosto de Umbrete se celebra la segunda semana de Febrero y me consta que es un alegrón para el cuerpo, quién pudiera irse para allá :-D.
Irse deUmbrete sin probar el mosto, aunque no estuviera del todo listo era un pecado por eso nos fuimos de cabeza a una de las bodegas con más solera de la localidad, las bodegas Salado, donde nos explicaron sobre el mosto, sobre los vinos de crianza biológica y donde cenamos, como no, amenizados con show flamenco, muy bueno, por cierto.
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El mosto conquista, al menos a mí, por ese sabor tan afrutado. Sí, creo que habría que volver a esa feria del mosto.
Conociendo Los Alcores
Tras conocer las Marismas sevillanas, el Aljarafe, nos queda visitar otra de las comarcas más conocidas de la provincia de Sevilla, Los Alcores. Alcor significa colina, y esta comarca es eso una elevación en forma de meseta en plena depresión del Guadalquivir, un terreno muy fertil para el cultivo.
Huerta Ave María
Y allí, en el ahora famoso Mairena del Alcor, y digo famoso, por el bodorrio que en estos días han protagonizado Eva Gonzalez y Cayetano Rivera allí, se encuentra la Huerta Ave María. Una huerta especializada en cítricos y más concretamente en uno de los productos más conocidos en el mundo de Sevilla, la naranja amarga o naranja Sevillana, en inglés Seville orange, imprescindible para la famosa marmalade, que no sé si sabéis que es el término empelado por los British para referirse a la la mermelada de naranja amarga.
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Todos sus cítricos son de cultivo ecológico y reconozco que me encantó esta visita, no sabía que los naranjos ‘amargos’ podíran llegar a medir hasta 10 metros y acostumbrado a los naranjos de Mallorca, me parecieron gigantes, como a Don Quijote los molinos.
Basilippo
El el Viso del Alcor encontramos Aceites Basilippo. Mi anecdota con este aceite es que fue la primera marca que se puso en contacto conmigo allá por el 2010, justo cuando este blog empezaba. Os podéis imaginar que cuando supe que lo visitaría la emoción fue doble.
Un empresa familiar con AOVE (Aceite de oliva virgen extra) excepcional, y con una variedad de naranja, alucinante. Visitar el olivar es una experiencia única y más porque lo explican todo con tanta pasión que emociona.
Su nombre deriba de la antigua ciudad tartésica que estaba situada en la zona y que significa Aldea del bosque de la Luna. Se save que los Tartesos tenían una relación especial con el Acebuche, precursor del olivo.
Una empresa familiar que combina tradición y modernidad, se realizan visitas guiadas y además los más pequeños pueden disfrutar de la oleoescuela, proyecto pionero en España en la divulgación de la cultura del aceite y el olivar.
Carmona
Y no se puede uno ir de los alcores sin conocer uno de sus pueblos más conocidos, Carmona. Con una historia de más de 2000 años, su patrimonio es enorme. Palacios, casas solariegas, iglesias, las murallas y el maravilloso puento romano y los resto de la via Augusta. Casi ná, Carmona merece una visita por si sola.
Nosotros por falta de tiempo, vimos el fabuloso Alcázar de Don pedro, hoy convertido en Parador de Turismo, las vistas de la comarca desde la terraza de la cafeteria son gloriosas.
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Finca Las Coronas
Cerca de Carmona se encuentra esta espectacular y enorme finca de 200 hectáreas, Las coronas, dedicada, o al menos una parte, al cultivo de Aloe Vera Ecológico y productos derivados para el consumo o cosmética. La finca es extensa y tiene un gran proyecto de desarrollo para los proximos años. Cuentan que Rodrigo de la calle cultiva allí parte de lo que es su #revoluciónverde. Si tenéis un ratito y os interesa el tema aloe (a mí mucho, para las pieles atópicas es mágico) no dudéis en contactar con ellos. La cerveza de aloe desde luego no te dejará indiferente, y los taquitos de aloe para ensaladas, tampoco.
La sierra Norte de Sevilla
Cazalla de la Sierra
La sierra norte de Sevilla es bellísima, y fruto de esa belleza paisajística y de flora y fauna fue declarada parque Natural en 1989. Si hay una población conocida de la sierra es Cazalla, y es conocida por su aguardiente y la protagonista del dicho: “Tener voz de cazalla” asociado a aquellos que están como afónicos tras una juerga intensa, imagino que ya suponéis porqué. también son famosos los vinos de Cazalla, y por ende de la sierra, se dice que fueron los que se sirvieron el la boda imperial de Carlos V e Isabel de Portugal. Vinos que alcanzaron su máximo apogeo en el XVI y XVII y que luego perdieron fuerza en pos de la cría del cerdo ibérico. La zona fue la máxima exportadora de vino a América y así, se conocian estos vinos como Vinos de Galeón, los antiguos barcos que llegaban a las Américas.
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Nuestro objetivo en el viaje era conocer las fincas de Galeón, pequeñas fincas de repoblación que se dedicaron al vino y que con la filoxera pasaron a la cría del ibérico. Todavía se conservas de una coperativa del XVIII donde se hacía el vino.
El objetivo de pequeños bodegueros es que Cazalla y sus vinos recuperen el esplendor perdido y en esa línea va la bodega Colonias de Galeón, que pudimos visitar.
La posada del Moro
No podéis iros de la Sierra Norte sin comer o cenar en La posada del Moro porque vais a disfrutar de lo lindo. Recetas antiguas, con producto de primera calidad y de la zona, recomendado por Guía Michelin. Todavía salivo con el tajine de venado.
Todo en un ambiente familiar de corte clásico. La posada del modo es un acierto seguro.
Y hasta aquí nuestro paseo por la provincia de Sevilla, la otra Sevilla que es tan bella o más que la capital. Gracias por acompañarnos en este viaje.
La otra Sevilla #provinciaSVQ ha sido publicado originalmente en Cocinando con CatMan. Puedes seguirme también en Twitter, Facebook y Google+.