Conocí a Reme hace ya algunos años en la Universidad. Gracias a las tecnologías de nuestro tiempo, Facebook nos permitió retomar el contacto y descubrir qué había sido de nuestras vidas.
Fue una grata sorpresa reencontrarme con ella y saber de primera mano qué le había deparado la vida a esta vieja amiga. La fotografía social se había convertido en su forma de vida y yo, en mi línea, no podía dejar de compartirlo con todos vosotros. ¡Me encantó su trabajo!
En todo este tiempo, Reme ha aprendido dos grandes verdades: la primera es que todo en esta vida tiene alma, y la segunda, que tan sólo una cámara de fotos es capaz de demostrarlo. Veamos cómo a través de su inquebrantable y fantástico universo, Remys Door.
La magia de Senegal from Remys Door on Vimeo.
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