La historia de la empanada salteña está muy relacionada con la primera escritora argentina Dña. Juana Manuela Gorriti, esta poetisa y novelista salteña junto con su familia debieron huir a Bolivia huyendo de la muerte. Allí dice la tradición que en los primeros tiempos los Gorriti sufrieron la pobreza y el hambre. Su mamasita la peleaba hacienda empanadas, y para ahorrar masa utilizaba un sólo disco, para luego repulgarla.
Los bolivianos a las empanadas no las llaman así, sino “salteñas” por la fuerte presencia de estas mujeres.
Juana Manuela además está relacionada íntimamente con la historia de Bolivia y con la gastronomía latinoamericana ya que realiza una convocatoria con las poetisas de América y de este modo componen el libro, “La cocina ecléctica” donde se recopilan recetas de ciento setenta y cinco mujeres. Y por supuesto en el mismo se habla de empanada salteña.
Orgullo Regional
La cocina salteña es objeto de reflexión y de investigación empírica por parte de destacados intelectuales de todas las latitudes. Es una cocina de elite, compleja y elaborada, y al mismo tiempo una cocina popular, de sabores ancestrales ligados a los frutos de la tierra.
Actualmente en Salta se realizan concursos de empanadas donde se pone a prueba el sabor, técnica y estética. Hay jurados que prueban las empanadas para elegir la mejor.
Unas frente a otras, las empanaderas simban –sellan las partes del disco de la masa- sin parar de hablar. El movimiento de los dedos y los labios es unísono y puede compararse igualmente al arabesco que van bordando sus dedos ágiles con la sonrisa que les alegra el rostro moreno. Adentro, como en un pequeño cofre polvoroso quedan porciones de una trilogía de sabor, aroma y color, ajenas al calor de los hornos de barro, con la sensibilidad perfecta del olfato ante la leña quemándose: la tusca (árbol espinoso, su flor amarilla tiene forma de borlitas) olorosa y juguetona.
El gastrónomo criollo Roberto Argentino Díaz, conocido como “Topeto”, llevó la moción al Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta para dedicarle un día en el calendario a la empanada y se lo aprobó al 4 de abril como “Día de la empanada salteña”.