Hubo un tiempo en que `los Delinqüentes´ tenían un miembro más en la banda. Miguel Ángel Benítez, junto a Marcos del Ojo y Diego Pozo, fundó este grupo a finales de la década de los 90. Sus influencias eran flamencas y rockeras, su alegría palpable en sus ritmos y sus letras desenfadadas. Hasta que un día Miguel se fue, o así lo expresan ellos. Su corazón dejó de latir.
Desde la muerte en 2004 de su amigo, el grupo tuvo que replantearse su situación. Marcos, apodado el canijo, pasó a ser el vocalista principal. No sólo afectó esta pérdida a la voz, sino a las letras de la banda. En sus últimos discos seguimos viendo esas metáforas tan naturalistas y tan de la calle pero quizá falta algo de profundidad. Ninguna de las nuevas canciones tiene ese aire de lucha interior que tenía `Poeta encadenado´, en la que Miguel nos describía su apego a la bebida y otras sustancias y el dolor que le suponía no poder romper esas cadenas.
`El aire de la calle´ es posiblemente la mejor composición de la formación andaluza. No hay quien no se anime al escucharla. Su aire alegre y el buen hacer de sus músicos produce una sensación de alegría que nos incita a cantar. Su letra nos describe mucho la personalidad del fallecido cantante. Nos cuenta su forma de vida, como le gusta la noche y otros pequeños matices. Entre ellos, el veneno negro que le corre por la sangre o como hay que ponerse máscaras para salir a la calle en una sociedad como la nuestra. Podéis comentar esta canción en el foro.