En este hilo enseño los detalles más frikis de #Japón y todo aquello que me hace preguntarme: ¿por qué nosotros no hacemos estas cosas? Y, en algún caso, ¿por qué las hacen ellos? #AventurasQueMarcan pic.twitter.com/aePdEI9II1
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 12 de junio de 2018
Empezaré por lo más conocido: la taza del váter. Conocía el chorrito que hace diana y el termostato para calentar el asiento pero, ¿esta manera de llenar la cisterna cuando evacúas? ¿O es un sistema para lavarse las manos en lo propio inodoro? Brillante. pic.twitter.com/8adI1siXe1
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 12 de junio de 2018
Aún más llamativo es que también haya váteres inteligentes en los aseos públicos y sigan de una pieza. Y más todavía es que ofrezcan la opción de escuchar música. ¿Mientras haces de vientre en una estación de tren? ¿En serio? pic.twitter.com/8AuG1WOpZo
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 12 de junio de 2018
Lo que sí veo realmente útil es la sillita para dejar sentado al crío mientras escuchamos música en el trono. Impagable. pic.twitter.com/AvayMmRqZU
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 12 de junio de 2018
Y para terminar con el tema de los lavabos, no podía dejar pasar el perchero que colocan al lado del urinario. Una auténtica genialidad. pic.twitter.com/iNoGLW0ysn
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 14 de junio de 2018
Pensé que los aseos no darían más de sí hasta que estuve a punto de mear aquí. ¿Parece lógico no? Pues no. En Japón los urinarios de la pared llegan hasta el suelo, y en ese momento de apuro lo olvidé… pic.twitter.com/vYgjIy0lp4
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 14 de junio de 2018
Así que estuve a punto de mear donde los japoneses se lavan las manos. Por primera vez, un diseño nipón me decepcionó. pic.twitter.com/2TSqQUvOk5
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 14 de junio de 2018
Hablando de diseño, en Japón las bombonas de butano no son naranjas. Son alargadas y más altas que José María García. Tampoco se piden a gritos: ¡súbeme una al 1ºA! En un templo budista se descargan en silencio. pic.twitter.com/YFjN2ZdXPG
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 15 de junio de 2018
A la próxima boda que me inviten iré así: traje y chanclas de madera. Le copiaré el estilo a este señor.#AventurasQueMarcan #Japón pic.twitter.com/ciu6PuMB9j
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 15 de junio de 2018
Vamos con el tema de la comida. Lo primero que hacen cuando te sientas a comer es ponerte un vaso de agua. Y no te pregunten qué quieres para beber. No está mal visto comer con agua gratis. No te hacen sentir mal. pic.twitter.com/dTWgUI8Cw8
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 17 de junio de 2018
Y te dejan una jarra de agua con hielos. ¡Barra libre! Si comes en la barra, ellos mismos se preocupan de llenarte el vaso cuando ven que se te acaba. Entrañable. pic.twitter.com/a9sPsusY2B
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 17 de junio de 2018
Otra costumbre: cuando has pedido te dejan la cuenta sobre la mesa, siempre boca abajo (le di la vuelta para la foto). Supongo que es un signo de confianza, para que no creas que te la van a colar. O así pensaría un español como yo. pic.twitter.com/gFTpFD1xgv
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 17 de junio de 2018
Cuando hay basura en la calle (cosa que no es habitual, yo al menos apenas he visto) cubren las bolsas con una red. Y queda todo así de recogidito. Muy apañados. pic.twitter.com/hsVzI6ncum
— Jaime Collazos (@jaimecollazos) 17 de junio de 2018