Hoy ha sido el juego el que nos ha llevado al cuento. Teníamos unos tubos de cartón y ganas de pintar con témperas. Empezamos a pensar qué queríamos crear: Un dragón, una serpiente, un cienpiés ¡Una oruga!.
Con los materiales preparados y la impaciencia por meter los pinceles en pintura, hemos hecho una pausa para releer La Pequeña Oruga Glotona.
Con los tubos unidos por cuerdas hemos dado forma al ondulante cuerpo de la oruga y luego hemos pintado su comida: Ciruelas, fresas, naranjas, manzanas ¡Y el atracón para el sábado! Ha quedado pendiente recortar la comida y prepararle unas coloridas alas a nuestra oruga para cuando llegue su metamorfosis ¡Mañana seguimos!.
¿Y vosotros? ¿Qué leéis hoy?
CARLE, E. (1969). La pequeña oruga glotona. París: Kókinos.
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